Abanico
¡Tampoco es novedad el “golpe” a la Corte!
A lo largo de 2016, 2017 y hasta diciembre de 2018, en poco más de un centenar de entregas del Itinerario Político, advertí del peligro que significaba para la democracia mexicana un eventual gobierno de López Obrador.
Nunca se trató –como muchos intentaron descalificar en su momento–, de una campaña de odio contra AMLO, tampoco de ocurrencias discursivas o producto de un análisis político superficial y/o sin sustento.
En realidad lo que hacemos cotidianamente en este espacio no es más que la lectura rigurosa de los hechos, dichos, contextos y el resultado del desempeño de los políticos y los hombres del poder, en el ejercicio público y en los distinto partidos políticos.
Por eso, con mucha frecuencia la conclusión es idéntica a la que enseña el viejo refrenero popular: “Si tiene cola de pato, si tiene pico de pato y si grazna como pato, tenemos derecho a suponer que se trata de un pato”.
Y ese pato se llama Obrador, el mismo que entre 1996 y 2018, siempre confirmó su talante autoritario, nada democrático, déspota, ladrón, mentiroso y proclive a una dictadura en todos los centros de poder en los que actuó
Así, por ejemplo, impuso una autocracia en su desempeño como “líder social”, igual que el PRD, en el GDF, en Morena y, sobre todo, en Palacio. En todos los casos; como líder social, jefe del PRD, en el GDF, en Morena y en Palacio, siempre robó, mintió, chantajeo y, sobre todo, combatió a sus críticos.
Y esas “cualidades” no las vieron solo aquellos que deliberadamente cerraron los ojos; como tampoco vieron que uno de los objetivos de AMLO siempre fue someter al Poder Judicial, el único poder al que realmente le teme.
Por eso, su primeros golpes fue el despido inconstitucional del ministro Eduardo Medina Mora; primer paso para sometear a la Corte.
Y viene a cuento el tema, porque el golpe de Estado contra la Corte lo anunció AMLO pocos días después de tomar posesion como presidente.
Sí, en el Itinerario Político del 11 de diciembre de 2018, tutulado: “Golpe de Estado a la Corte”, advertí justo lo que hoy está pasando; un intento de golpe de Estado contra el Máximo Tribunal.
¿Lo dudan?
Así lo dije: “Le pueden bautizar como les plazca. Sin embargo, técnicamente son un intento de golpe de Estado todos los ataques orquestados desde Palacio contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“¿Por qué es un golpe de Estado?
“Precisamente por eso, porque el ataque lanzado por el Ejecutivo y el Legislativo intentan no sólo el sometimiento del Poder Judicial, sino que pretenden acabar con su naturaleza de contrapeso; acabar con la división de poderes y, sobre todo, empujarlo a la inconstitucionalidad.
“En pocas palabras, una vez que el Poder Legislativo fue sometido por el Ejecutivo –mediante una mayoría artificial de escaños y curules–, ahora el Presidente y esa mayoría en el Congreso quieren el control de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura.
“Por eso, en respuesta al intento de golpe de Estado, voces nacionales y foráneas participaron en videos en los que alertan sobre el riesgo del fin de los contrapesos; acusan el peligro que corre la democracia y el tufo autoritario de que un solo hombre someta a todos los poderes
“El peligro es –como aquí dijimos desde hace años–, que el gobierno de López Obrador lleve a la democracia mexicana a una dictadura y, con ello, acabe con las jóvenes libertades mexicana.
“Y para conseguir ese objetivo, desde el presidente mismo, pasando por su partido, sus órganos de propaganda, sus medios a modo, sus aplaudidores y su mayoría en las cámaras del Congreso, han orquestado una lanzada contra la Corte y sus ministros, con la intención de descabezar al último contrapeso.
“Y la perversión golpista es tal que, incluso, han recurrido –como lo dijimos ayer aquí–, a la siembra de odio contra los ministros de la Corte, a los que acusan de ser “la casta divina” de la burocracia federal.
“Lo cierto es que ante el intento de golpe de Estado contra la Corte, el último de los contrapesos reales, los ciudadanos están (estamos) obligados a salir en defensa no sólo de la Corte, sino de la democracia toda.
“Sea a través de los medios independientes, de organizaciones de la sociedad civil, de intelectuales y líderes de opinión, la sociedad está obligada a la defensa de la Corte, de la democracia y de las instituciones.
“Y es que hoy defender a la Corte es defender la democracia; defender a la Corte es defender la división de poderes y garantizar los contrapesos.
“Defender a la Corte es poner un alto al poder de un solo hombre; es defender todas las instituciones del Estado y, en suma, es contribuir en la defensa de las libertades básicas. Al tiempo” (Fin de la cita)
Sí, desde diciembre de 2018 aquí denuncié el intento de golpe de Estado contra la Corte; desde entonces estaban frente a los ojos de todos los afanes dictatorial de López Obrdor.
Y sí, no lo vieron sólo quienes se negaron a ver la realidad.
Y sí, de nuevo el tiempo me dio la razón. Al tiempo.