El presupuesto es un laberinto
¡El gabinete de Claudia confirma el Maximato!
Luego de la experiencia de seis años de mentiras y engaños, todos saben que el discurso presidencial debe ser entendido en sentido contrario.
Es decir, si López Obrador dice blanco, en realidad es negro; si dice no, es que si; si dice arriba, lo cierto es que es abajo y si niega la realidad, la verdad es que esa realidad lo aplasta.
Así, por ejemplo, cuando de manera cínica Obrador niega que su gobierno persigue a Latinus y a Carlos Loret, lo que todos saben que se trata de una verdadera persecución de Estado.
Cuando López dice que su gobierno es honesto todos saben que se trata de la gestión más corrupta; cuando niega ser un “narco-presidente” es porque se trata del más cínico “narco-presidente” de la historia y cuando se niega a perseguir a los ladrones metidos en su gobierno, muchos mexicanos saben que Obrador persigue y perseguirá al mensajero; a los políticos y periodistas que se atreven a denuncian la corrupción.
Por eso, cuando López Obrador niega que aspira a un Maximato, cuando rechaza ser el hombre fuerte y cuando asegura que no será el líder moral de su movimiento –como lo dijo el pasado sábado en Oaxaca–, no queda más remedio que llegar a la conclusión de que ese es su verdadero objetivo.
Y es que, si tiene cola de ganso, patas de ganso, plumas de ganso y grazna como ganso, tenemos todo el derecho a suponer que se trata de un verdadero ganso.
Pero también es cierto que no es ninguna novedad las ambiciones sin límite de AMLO y su pulsión mentirosa. Y es que por lo menos desde hace una década aquí documenté que, de llegar al poder, López Obrador destruiría la democracia, buscaría la reelección y, en caso extremo, se aferraría a la figura de Maximato.
Y es que, si bien AMLO había llegó al poder por la vía democrática y gracias a la confianza y la certeza electorales, su prioridad siempre fue quedarse en el poder de manera indefinida.
Dicho de otro modo, López no aspira al regreso de la “dictadura perfecta” del viejo PRI y menos a la reedición se reinado sexenal. No, lo suyo es el poder absoluto mediante la figura de una marioneta en la cúspide del poder presidencial, quien será manejada por los hilos de la lealtad a toda prueba de los integrantes del gabinete.
En pocas palabras, que Claudia Sheinbaum y su gabinete no son y no serán más que peones del verdadero poder tras el trono; serán floreros de López Obrador.
Y es que, como saben, a seis de los primeros siete integrantes del “gabinetazo” de Claudia los impuso López Obrador.
1.- Marcelo Ebrard será titular de Economía,
2.- Rosaura Ruiz será titular de Ciencias, Humanidades y Tecnología.
3.- Juan Ramón de la Fuente titular de Relaciones Exteriores.
4.- Alicia Bárcena será titular de Medio Ambiente.
5.- Ernestina Godoy será titular de la Consejería Jurídica.
6.- Y Rogelio Ramírez de la O seguirá al frente de Hacienda.
Y ahora las preguntas de rigor.
¿A quién le deben el cargo los integrantes del “gabinetazo” arriba citados? ¿A quién le rendirán cuentas? ¿A quién obedecerán de manera ciega los seis mencionados y muchos de los que serán incorporados al gabinete en los próximos días?
Todos conocen la respuesta. El verdadero mandamás, el verdadero jefe se llama López Obrador y el resto, incluida Claudia, no son más que marionetas.
Y si lo dudan, así lo negó Obrador el pasado sábado 22 de junio del 2024, en Huatulco, Oaxaca: “No quiero ser el hombre fuerte, no aspiro al Maximato, no quiero ser el líder moral, no quiero ser caudillo y mucho menos quiero ser cacique.
“No hay que tenerle mucho apego a poder y al dinero, eso no es la felicidad, la felicidad es estar bien con uno mismo, con la conciencia tranquila y con el prójimo.
“No hay nada que temer porque continúan los programas de bienestar, hasta se van a mejorar y va a seguir habiendo justicia y ya no van a regresar los que se sentían dueños de México”. (FIN DE LA CITA)
¿Cuál es el verdadero mensaje de López?
Sí, que López será el único jefe del Maximato, que será el hombre fuerte, el caudillo y el cacique.
Lo demás es demagogia engañabobos. ¿Lo dudan?
Al tiempo.