Genio y figura
¡Claudia, igual que Peña, busca a Trump!
Si no es porque se avecina la peor tragedia económica en décadas, resultaría de risa loca la incongruencia y el servilismo de “la señora presidenta”, de todo el grupo en el poder, de no pocos intelectuales mexicanos y, sobre todo, de los medios de comunicación domesticados por la 4-T.
Y es que luego de que, en 2016, tanto Morena, como el PAN, el PRD, la mayoría del intelecto mexicano y los medios sometidos, apalearon al entonces presidente Peña Nieto –por reunirse con los presidenciables norteamericanos–, todos esos críticos callaron frente a la humillación de Donald Trump al presidente López Obrador y hoy también callan ante la urgencia de la presidenta Sheinbaum de buscar “a los hombres” de Trump para tratar de paliar la tragedia que se avecina.
En efecto resulta que, en los hechos, tanto AMLO como su criatura, Claudia, “se doblaron” ante Trump, en 2018 y en 2024, a pesar de que en 2016 junto con toda la oposición política, del rancio intelecto mexicano y muchos de los medios vendidos, cuestionaron una valiente y acertada estrategia diplomática del entonces presidente, Enrique Pela Nieto, frente a los aspirantes presidenciales estadounidenses.
Incluso aquí lo dije, en el Itinerario Político del 1 de septiembre de 2016 –titulado: “Peña Nieto y Trump: entre maniqueos y patrioteros”–, que “el tiempo” colocaría a cada quien en su lugar.
Es decir que, frente a un descocado y locuaz hombre de poder, como Donald Trump, la mejor política sería el diálogo, el acuerdo y la negociación política, más allá de rancios maniqueísmos, de patrioterismos decimonónicos y de valentonadas propias de peleoneros de barrio.
Pero hoy es tal el desacierto de “la señora presidenta” que, de manera pública e irresponsable, dijo que, ante las amenazas de Trump, de imponer 25% de aranceles, “responderemos con más aranceles”; estulticia que hasta el periódico oficial de la 4-T, el diario La Jornada, censuró y le exigió no sólo sensatez a “la señora presidenta” sino modificar “el modito” ante un insensato presidente norteamericano.
Así lo dijo la “Rayuela”, el editorial institucional de La Jornada: “Mucho cuidado con el tono, chula, recomendaría don Lázaro. No se trata precisamente de una personalidad sensata”. (FIN DE LA CITA)
¿Qué significa lo anterior? Casi nada, que La Jornada recuerda una de las frases preferidas del general y presidente, Lázaro Cárdenas, quien utilizaba la expresión: “Cuidado con el modito” cuando quería advertir sobre la necesaria diplomacia del lenguaje.
Pero vamos por partes.
Está claro que, de manera irresponsable, la espuria Sheinbaum siempre minimizó las posibilidades electorales de Donald Trump. Más aún, una vez que el magnate se alzó con la victoria en las urnas norteamericanas, “la señora presidenta” no consideró como urgente y estratégico un acercamiento con el presidente electo de la vecina potencia del norte.
Es decir, que Claudia siguió los pasos de AMLO; arrogante, altanera, peleonera y, sin tener la menor idea de lo que significa la vecindad con el país más poderoso del mundo.
Y si bien López Obrador al final fue humillado de manera pública por Trump, “la señora presidenta” terminó por urgir a su gabinete a un acercamiento con el nuevo presidente norteamericano, quien también de manera pública ha escalado las amenazas contra los migrantes mexicanos y los cárteles de la droga dominantes en nuestro país.
Sin duda que la postura que inicialmente mostró “la espuria Claudia” es radicalmente opuestas a las que asumió en 2016 el entonces presidente, Peña Nieto, quien pocos días antes de la elección presidencial que enfrentó a Donald Trump y a Hilary Clinton, invitó a dialogar a México a los dos candidatos norteamericanos.
Como saben, la invitación sólo fue aceptada por Trump, quien recibió trato de estadista, lo que le valió a Peña Nieto una crítica generalizada, no sólo de los partidos y los políticos opositores, sino por buena parte del “intelecto” mexicanos que se mostró maniqueo y patriotero; posturas a las que se sumó “la prensa vendida” que en ese 2016 convirtió a Peña Nieto en verdadero “perro del mal”.
Hoy, la presidenta Sheinbaum busca un acercamiento con el equipo de Trump, igual que en su momento lo hizo AMLO y que en 2016 lo propuso Peña Nieto.
La diferencia es que en su sexto informe de gobierno, el mexiquense alardeó del éxito de su acercamiento con los candidatos presidenciales Republicano y Demócrata.
Así lo dijo: “Cuando estaba en curso la elección presidencial en Estados Unidos muchos cuestionaron por qué habíamos invitado a los dos candidatos. Subestimé el gran resentimiento social que había para con el presidente Trump… Reconozco que fue un encuentro apresurado, pero que a la postre dejó algo positivo y que fue el dejarnos abierta la puerta para tener diálogo y acercamiento con el nuevo gobierno de Estados Unidos”. (FIN DE LA CITA)
Por último vale citar un fragmento del Itinerario Político de aquel 1 de septiembre de 2016, titulado: “Peña Nieto y Trump; entre maniqueos y patrioteros”.
Así lo dije: “¿Qué hay en el fondo de la decisión de convocar a un diálogo diplomático con los potenciales presidentes de Estados Unidos? ¿Por qué la reacción delirante, desmedida y hasta locuaz de los mexicanos que se sienten agraviados?
“En el primer caso, la convocatoria del gobierno de México a Clinton y Trump no es más que un instrumento diplomático para explorar las agendas bilaterales entre los candidatos demócrata y republicano.
“Y es que no es más que ignorancia, maniqueísmo y patrioterismo suponer que es pecado, traición a la patria o torpeza diplomática, que un gobierno democrático responda con civilidad y diplomacia a un sátrapa de la política, como Donald Trump.
“Lo que no entienden los maniqueos y patrioteros es que, en democracia, al enemigo se le combate con diplomacia, no con intolerancia e insultos. Y quizá Trump es el peor enemigo de México, pero tratarlo como supone la “legión de idiotas”, como piden los exaltados patrioteros o los acalorados maniqueos, sería igual a colocar a México en el mismo nivel de intolerante, racista y fascista que el señor Trump.
“Y es curioso que muchos de los que piden escupir a Trump adoran al Trump mexicano, llamado López Obrador! Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Sí, de nuevo el tiempo me dio la razón.
¿O no?
Al tiempo.