Abanico
Al mejor estilo de Genaro García Luna –en la peliculesca captura de Florence Cassez–, el gobierno de López Obrador montó un teatro con la supuesta captura y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán.
¿Y por qué decir que fue un montaje dicha captura y liberación?
Porque sólo de esa manera, con una supuesta rebelión del Cártel de El Chapo–producto de supuestas fallos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional–, se podía justificar que el gobierno de Obrador no entregara al gobierno de Trump al hijo de El Chapo.
Es decir, que el gobierno mexicano montó un teatro espectacular para no traicionar a su aliado, Joaquín “El Chapo” Guzman –y a toda su familia–, a quienes el presidente Obrador ha dado protección.
Y si dudan, basta recordar que utilizando el sello de la casa –mentiras, engaños y contradicciones–, abundan las evidencias de que asistimos a un montaje de Estado para justificar que el gobierno de México no pudiera entregar al de Estados Unidos, en extradición, a los hijos de “El Chapo”.
Pero vamos por partes.
1.- Lo primero que llama la atención es que, hasta ahora, nadie en el gobierno de López Obrador haya reconocido la punta de la madeja del tema; que la DEA entregó al gobierno de México todas las coordenadas de la localización de los hijos de “El Chapo”.
2.- En la primera versión de los hechos, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, habló de una confrontación entre militares y la banda de “El Chapo” en un patrullaje de rutina.
3.- Dicha versión la desmintió el propio presidente Obrador, quien confirmó la existencia de una orden de aprehensión con fines de extradición.
4.- ¿Por qué mintió Alfonso Durazo? ¿A poco el titular de Seguridad Pública no sabía nada de la orden de aprehensión con fines de extradición?
5.- El propio Durazo también negó la existencia de una negociación con la familia de el Chapo, lo cual fue desmentido por los propios familiares y el abogado del Joaquín Loera, quien dijo que se negoció la entrega de Ovidio Guzmán, a cambio de acabar con los enfrentamientos.
6.- Cuando le preguntaron al presidente Obrador si él había ordenado la liberar al hijo de El Chapo, el mandatario dijo que el Gabinete de Seguridad había acordado tal libración y que él, el presidente sólo la avaló.
7.- Esa es una mentira presidencial ya que si algo tiene el gobierno de Obrador es un ególatra sentido de autoridad. El presidente ha dicho a todos y cada uno de sus colaboradores que el único que manda es él, y punto.
8.- Pero existe una pregunta fundamental que no ha sido planteada y menos respondida. ¿Por qué montar “el circo” de la captura y posterior liberación del hijo de “El Chapo?
9.- Esa es la pregunta clave. Y es que resulta inexplicable que Obrador haya lanzado una batida para capturar a los hijos de “El Chapo”, cuando el propio presidente siempre dijo que no habría más detenciones y más enfrentamientos; cuando Obrador llevó a familiares de “El Chapo” a visitar al criminal en Estados Unidos; cuando Obrador dijo que su gobierno pelearía la fortuna del criminal para regresarla a México.
10.- Lo que pocos saben es que la captura de los hijos de El Chapo fue una exigencia del gobierno de Trump y que México no podía negarse a dicha entrega, sobre todo porque la DEA entregó todos los detalles de la ubicación de los hijos del criminal más buscado.
11.- ¿Qué hacer ante esa situación, si “El Chapo” y sus hijos son aliados y amigos del gobierno de Obrador; son amigos de Alfonso Durazo?
12.- Pues nada, que los genios del gabinete lopista concluyeron que, ante grandes problemas, grandes soluciones.
13.- Y es que el gobierno de Obrador no podía traicionar a su aliado, “El Chapo”, pero tampoco traicionar al gobierno de Trump. ¿Y entonces?
14.- La gran solución fue un montaje espectacular, operado de la peor manera, negociado con los hijos de “El Chapo”, para hacer creer a la sociedad mexicana y Trump que la liberación de Ovidio Guzám López fue razón de Estado, para salvar vidas.
15.- Y si aún lo dudan, basta ver la campaña mediática, política y en redes para justificar la liberación de Ovidio; el cierre de filas de gobernadores y las absurdas maromas del presidente, de su gabinete y de sus fanáticos.
16.- Y aquí aparece otra pregunta fundamental. ¿De verdad en el gobierno de AMLO existe tal nivel de estupidez, como para llevar adelante un operativo como el de la captura de Ovidio Guzmán, sin los básicos de inteligencia y logística? ¿No fue un montaje para engañar a los mexicanos y a Trump?
17.- Y es curioso que en el gobierno de López Obrador estén vinculados a la captura y liberación de Ovidio Guzmán dos viejos amigos de El Chapo; Alfonso Durazo y Alejandro Gertz Manero, los mismos que habrían dejado escapar a “El Chapo” en el gobierno de Fox.
¿Se confirma la complicidad de Obrador con “El Chapo”?
Al tiempo.