Corrupción neoliberal
¡Sí utilizará AMLO el avión presidencial!
Está de vuelta el avión presidencial que, en calidad de renta, uso el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Lo curioso del caso es que pronto veremos al presidente Obrador viajar en el TP-01, como lo hizo el presidente Peña.
¿Por qué?
Porque, al final de cuentas, los estrategas de seguridad de López Obrador hicieron entender a “los hombres del presidente” que no puede seguir viajando en línea comercial, a riesgo de que en cualquier momento se produzca una agresión al mandatario
Y es que, con el paso del tiempo y de manera inevitable, suben de tono los reclamos, los reproches y los insultos hacia el presidente en casi todos los aeropuertos que visita.
Por eso, no pasará mucho tiempo para que luego de las explicaciones impensables –luego del fracaso de la bandera contra la corrupción–, veamos a López Obrador usando el mismo avión que Peña Nieto, a pesar de su promesa de austeridad y honestidad.
Y es que, como saben, el avión fue rechazado por el presidente Obrador, como parte de sus promesas de campaña. Decía el entonces candidato que usar dicho avión era un gasto pecaminoso y que el suyo no sería un gobierno rico ante un pueblo pobre.
Pero como el avión presidencial no se vendió –y no se venderá–, está de vuelta en México. Pero que nadie se preocupe ya que no fue mucho el dinero público gastado, por tenerlo en una bodega en Estados Unidos.
Según la casa presidencial el capricho de no usar el avión habría costado poco más de 30 millones de pesos. Una bicoca.
Sin embargo la realidad es muy distinta. Y es que, como en casi todo lo que dice López Obrador, en el tema del avión el mandatario volvió a mentir.
¿Por qué?
1.- Porque es una mentira monumental que el avión presidencial se pueda vender.
No se ha vendido y no se venderá, porque no es propiedad del gobierno de México. En realidad se trata de un contrato de renta, con opción a compra.
Es decir, el gobierno de México paga una renta por el uso del avión, durante un tiempo determinado por un contrato. Al final de tal contrato, si al gobierno le interesa, lo compra y si no, tiene la posibilidad de renovar el contrato de renta, con un avión nuevo.
2.- Es falso que el capricho de mantener el avión detenido haya costado sólo 30 millones de pesos.
¿Por qué?
Porque si bien los 30 millones de pesos sólo corresponden al pago del estacionamiento y del mantenimiento, también es cierto que a todo lo anterior se debe sumar el gasto que hace el presidente todos los fines de semana, en aviones comerciales; por lo menos ha realizado 45 giras en el primer año de su gobierno.
Como saben, el presidente viaja sábados y domingos a distintas partes del país. Lo hace en línea comercial. Pero lo acompañan por lo menos 10 personas de su escolta y de la ayudantía, además de las avanzadas que preparan los eventos que encabeza López Obrador.
Es decir, se pagan por lo menos 12 boletos de avión comercial cada fin de semana.
Además, por carretera se mueve a una veintena de camionetas blindadas que, de los aeropuertos comerciales trasladan al presidente, a los escoltas y ayudantes, a todos los eventos organizados para la propaganda presidencial de fin de semana.
Es decir, el capricho de no usar el avión presidencial nos ha costado a todos los mexicanos mucho más dinero que el supuestamente ahorrado por tener el avión parado.
Eso sin contar la demagogia de que el dinero producto de la venta del avión ya se había repartido.
¿Cuál fue el costo patrimonial de esa ocurrencia presidencial?
Otra derrota para López Obrador; la derrota de la bandera de la austeridad y la transparencia.
Al tiempo.