La nueva naturaleza del episcopado mexicano
¡Sí, Andrés, te apoya la legión de idiotas!
Desde la elección federal intermedia de 2015 aquí documenté –en por lo menos una decena de entregas–, que el apoyo al candidato López Obrador se localizaba entre los mexicanos más pobres y con menos escolaridad.
Probé que esos mexicanos eran manipulados por “legiones de idiotas” y matones que, detrás de las “benditas redes”, hicieron creer que la política y los políticos eran el infierno terrenal y que Obrador representaba al salvador de los desposeídos.
También evidenciamos que no pocos intelectuales, académicos y, en especial periodistas, se habían sumado a la claque “engañabobos” de López, quien desde entonces ya era el campeón del espejismo.
Político que tenía solución inmediata y expedita para todo, en una engañosa realidad imaginaria que el tiempo se encargó de poner en su lugar.
Además, el diagnóstico de que López era el candidato del fanatismo y la ignorancia y que sólo los ciegos, sordos y estultos no son y serán capaces de ver el fracaso del eventual gobierno de AMLO, provocó una persecución descomunal contra el autor de Itinerario Político.
Lo simpático del caso es que casi siete años después, el propio López, convertido en presidente del fracaso y la ruina, terminó por darme la razón.
En efecto, en días pasados, López reconoció que su gobierno está sostenido por los desposeídos y por los mexicanos con menor nivel educativo.
Todo ello en medio del reclamo lastimoso a sus antaño aplaudidores, como Brozo, quien hogaño es uno de sus más severos críticos.
Sí, años después de que aquí denunciamos a la “legión de idiotas” y a los “engañabobos” –que engatusaron a los pobres y a los sin educación–, el discurso de Obrador y la realidad nos dieron la razón.
Por eso, aquí un breve resumen de algunas de las entregas de Itinerario Político que confirman lo certero de nuestro diagnóstico.
El 7 de febrero de 2018, en el Itinerario titulado: “Sociedad de idiotas”, formulamos las siguientes preguntas que desataron el fanatismo lopista que luego terminó con la mayor persecución sufrida por periodista alguno.
Así las preguntas: “¿Cómo entender, por ejemplo, que el partido y el candidato con más negativos, como son Morena y AMLO, encabezan las encuestas presidenciales del 2018, entre una sociedad que se dice harta de los políticos con mala imagen?
“¿Cómo entender que el partido y el candidato que perdonan a ladrones, pillos, matarifes y políticos de la peor estofa, estén a la cabeza de las preferencias en una sociedad que dice estar “hasta la madre” de la impunidad?
“¿Cómo entender que políticos nefastos como Manuel Bartlett, Elba Esther Gordillo, René Bejarano, Dolores Padierna y Marcelo Ebrard, entre muchos otros que en sus alforjas cargas un negro historial, resulten purificados sólo por entrar a las filas de Morena y por recibir la bendición de Obrador?
“¿Cómo entender que un político antidemocrático y dictatorial tintes, que llamó “Pirruris” a un millón de manifestantes contra su mal gobierno en el DF; que impuso al matarife Abarca como alcalde de Iguala, sea el político que encabeza las encuestas y las preferencias?
“¿Cómo entender que un político que tiene más de diez años sin trabajar y décadas sin pagar impuestos, del que nadie sabe de dónde obtiene recursos millonarios para la manutención de una numerosa prole, sea el político que más aceptación tiene entre el electorado?
“¿Cómo entender que la izquierda mexicana y que un partido político como Morena, haya pasado del culto a Cuauhtémoc Cárdenas, al culto a Cuauhtémoc Blanco, el patán golpeador de mujeres que brilla por su ignorancia?
“¿Cómo entender que luego de uno de los peores gobiernos en la capital del país, como el de López, exista la posibilidad de que, Claudia Sheinbaum, pueda ser jefa de gobierno de la capital?
“¿Cómo entender que periodistas inteligentes e intelectuales reputados sigan aplaudiendo a Obrador, a pesar de su desprecio a la prensa, su repudio a la inteligencia y al intelecto, de su fobia a la educación de calidad, de su “chaparra” preparación, su odio hacia los críticos de sus disparates y rechazo a libertades fundamentales en democracia?
“Sin duda que asistimos a un paradigma en donde la democracia mexicana puede ser destruida con las armas y los instrumentos de la propia democracia y asistimos el umbral del fin de la democracia mexicana…
“El problema, entonces, no son los buenos o los malos candidatos, los malos o los peores políticos y tampoco los pingües negocios familiares llamados partidos políticos.
No, el problema parece estar en la sociedad. ¿La mexicana es una sociedad de idiotas? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Sí, como queda claro, el tiempo me dio la razón. Y, en efecto, buena parte de la sociedad mexicana es una sociedad de idiotas.
Volvimos al tema el 3 de abril del mismo 2018, con el Itinerario Político titulado: “¿Idiotas?”.
Así lo señale: “Sólo una sociedad de idiotas puede dar crédito a la campaña contra la construcción del nuevo aeropuerto, sin cuestionar las raterías de los “segundos pisos” y la estafa de la Línea 12 del Metro.
“Sólo una sociedad de idiotas puede olvidar que para construir los “segundos pisos” el entonces jefe de Gobierno del DF, López Obrador, nunca licitó la obra sino que la entregó por asignación directa a sus amigos y mecenas, del “Grupo Riobóo”.
“Sólo una sociedad de idiotas se traga el cuento de que el de la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto es un acto de corrupción mayor al de los opacos y tranzas “segundos pisos”, a la estafa de la Línea 12 del Metro que, por cierto, mantuvo “huido” a Marcelo Ebrard.
“Sólo una sociedad de idiotas y amnésicos por el fanatismo puede ignorar que el gobierno de Obrador, en el extinto DF, se vivieron los mayores niveles de violencia, inseguridad, desempleo y pérdida del poder adquisitivo.
“Sólo una sociedad de idiotas olvida la “marcha blanca” contra la violencia y el secuestro –en 2004 en el gobierno de AMLO en el DF–, al tiempo que el jefe de gobierno les llamó “Pirruris”.
“Sólo una sociedad de idiotas mira complacida que un candidato presidencial que no ha trabajado en más de una década –igual que toda su prole–, tiene la desvergüenza de acusa de corrupción, opacidad y transas, a diestra y siniestra, mientras él se coloca en calidad de mesías moral.
“Sólo una sociedad de idiotas aplaude el perdón a criminales y matarifes, en tanto millones de mexicanos son víctimas de los criminales y de sus negocios millonarios.
“¿Seremos una sociedad de idiotas? Al tiempo”. (Fin de la cita)
¿Qué opinan a cuatro años del anterior texto?
¿Somos o no una sociedad de idiotas? ¿El tiempo nos dio la razón?
De nuevo volvimos al tema el 22 de mayo de 2018, con el Itinerario Político titulado: “Culto a la ignorancia, la transa y la estupidez”.
Así lo dije: “Se puede entender que ciudadanos sin información, atrapados entre el enojo y el odio, se digan hartos del PRI, PAN y PRD y de los malos gobiernos de esos partidos.
“Se puede entender que gracias al eficiente discurso populista de AMLO muchos ciudadanos comunes se digan decididos a votar por el candidato de Morena.
“Pero lo que resulta inexplicable es que reputados intelectuales, académicos y hombres de empresa aplaudan y se digan convencidos de que el candidato de Morena es el mejor para encabezar el Ejecutivo Federal cuando, en los hechos López ha mostrado –hasta el cansancio–, su absoluta ignorancia de todo lo que concierne al Estado.
“Pero cuando vemos que en redes y digitales miles de anónimos salen a la defensa rabiosa de la ignorancia mostrada por AMLO en los dos debates, el asunto adquiere matices de tragedia. ¿Por qué?
“Porque ya no sólo asistimos al fanatismo en torno a Obrador, sino al culto a la ignorancia, la mentira, la transa y la estupidez.
“Es decir, a pesar de que el puntero es el candidato más ignorante, el más incapaz, el más atrasado, el más mentiroso, el menos preparado y el que muestra las ideas más cortas, es el elegido por las mayorías.
“Y seguramente muchos reaccionarán airados contra la conclusión anterior.
“Sin embargo la terca realidad es contundente; sí, según todos los sondeos, la mayoría de los mexicanos de todo el país, confirman todos los días que estarían dispuestos a votar a favor del más tonto, el más ignorante y hasta el más imbécil de los candidatos residenciales.
“¿Abrirán los ojos los electores? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Como queda claro, desde hace cinco años aquí dijimos que los mexicanos pobres y sin educación eran la base social de AMLO; que no pocos intelectuales lo apoyaban y que el gobierno de López Obrador sería un fracaso.
¿Y qué creen?
Que el tiempo y el propio López Obrador me dieron la razón.
Al tiempo.