Jubileo 2025: Llevar esperanza a donde se ha perdido
¡No es Fiscal General es criminal confeso!
La caída de Alejandro Gertz Manero, como lo adelante aquí el pasado lunes 7 de marzo, es cuestión de tiempo.
Y es que a pesar del reiterado espaldarazo presidencial frente a las pillerías y deslealtades del fiscal general, lo cierto es que desde Palacio se ordenó “ponerle cama” para favorecer una salida impune, tersa y negociada.
Lo más parecido a una renuncia por motivos personales –de salud–, imposible de rechazar por el presidente quien, de esa manera, tendrá en sus manos “los misiles” para destruir a Gertz Manero, en caso de que el locuaz fiscal y delincuente confeso se atreva a delatar al presidente por las inmorales e ilegales encomiendas que le exigió.
Y es que por más que legisladores, jueces y ministros afines a Morena y aliados del presidente tratan de defender al fiscal general lo cierto es que resulta imparable el daño que le causa al presidente, a su gobierno y a la imagen de honestidad de la mal llamada Cuarta Transformación.
Pero vamos al principio.
Una fuente confiable del primer círculo presidencial le dijo a Itinerario Político que las escuchas difundidas de manera anónima en redes, en las que el Fiscal confiesa violaciones constitucionales sistemáticas, fueron obtenidas del aparato de espionaje que opera desde Palacio.
“Aquí en Palacio ordenaron espiar a todos; los gabinetes Legal y Ampliado; los presidentes del Congreso y La Corte; a los consejeros del INE, a todos los gobernadores, a los dueños de medios, empresarios y hasta tu teléfono está intervenido y tus conversaciones clasificadas, como las de todos los críticos”, dijo la fuente que ha sido confiable por años.
Más aún, explicó que el enojo del presidente por los excesos de Gertz Manero y su ambición sin freno llegó a la discusión del gabinete, en donde muchos secretarios de Estado se quejaron de que el Fiscal atropella y viola la Constitución “con el ariete de que por orden presidencial debemos hacer esto y aquello… la mayoría de las veces violaciones constitucionales”.
Pero también en Palacio conocen el talante vengativo y rencoroso de Gertz Manero y, por eso, “prepararon un expediente “con todas sus linduras”, porque saben que, para defenderse, el Fiscal también recopiló pruebas de las ordenes que recibió del presidente para violar la ley”.
En pocas palabras, resulta que hasta López teme a una eventual venganza de quien nada tiene de Fiscal y mucho de delincuente confeso.
Por esa razón los espaldarazos reiterados del propio presidente Obrador, ya que a cambio de la impunidad de Palacio, Gertz Manero estará obligado a guardar silencio sepulcral; algo así como un muerto viviente de por vida.
De lo contrario, sabe que le espera un abultado expediente que, sin duda, lo llevaría preso por el resto de sus días.
Pero, como ya se dijo, la eventual salida del Fiscal la adelantamos aquí en el Itinerario Político titulado: “¡La justicia basura de AMLO: las pruebas”!
Así la cita: “El mensaje es claro: una “mano amiga” difundió en redes sociales un fragmento del espionaje a Gertz Manero para que entienda que es hora de irse pues se ha convertido en un estorbo para los intereses de Palacio” (Fin de la cita)
Y es que día a día crecen las denuncias que apuntan a Gertz Manero no sólo en presuntos actos de corrupción y enriquecimiento inexplicable sino en reiteradas violaciones constitucionales.
Y tales denuncias, como ya se dijo, se traducen en un creciente descrédito para los poderes Ejecutivo y Judicial y, en especial, para el gobierno todo de Obrador.
Y la mejor muestra es el más reciente informe sobre la debilitada justicia mexicana, que el Departamento de Estado de Estados Unidos le envió al Congreso de aquel país, en el que sin tapujos dice que México vive uno de los momentos de mayor debilidad en su impartición de justicia.
Y las pruebas de esa debilidad están a la vista de todos, ya que en las escuchas difundidas queda claro que el fiscal general pasa por encima de la División de Poderes, piedra angular del Estado mexicano.
Vale recordar, por ello, que según las escuchas, Gertz Manero violenta el artículo 49 constitucional que establece: “El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial”.
En los hechos, sin embargo, resulta que el fiscal general no es más que un lacayo presidencial que, al mismo tiempo, interfiere de manera ilegal en el Poder Judicial, pactando y negociando con jueces y, sobre todo, violando la soberanía de la Suprema Corte.
En este caso violenta el artículo 94 constitucional que establece: “Se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la Federación en una Suprema Corte de justicia…”; poder que violenta de manera flagrante el fiscal general.
También queda claro –en las escuchas producto del espionaje de Palacio–, que Gertz Manero no sólo manipula y hasta “pendejea” a un juez, sino que reconoce contubernio con uno o más ministros de la Corte, para sacar adelante un proceso judicial de su interés personal.
A pesar de que el Artículo 21 constitucional dice: “La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público. La imposición de las penas, su modificación y duración, son propias y exclusivas de la autoridad judicial”.
Y, por si fuera poco, Gertz Manero debe irse porque también violenta el artículo 24 de la Ley de la fiscalía general de la República, que dice a la letra: “La persona titular de la fiscalía general sólo podrá ser removida por la persona titular del Ejecutivo Federal, por incurrir en alguna de las siguientes causas graves… II: Cometer violaciones graves a la Constitución”.
Vale recordar que todo ataque a la Constitución es una violación grave.
La citada Ley de la fiscalía general de la República fue aprobada por la mayoría de Morena en el Congreso y promulgada por López Obrador el 20 de mayo del 2021 y, por eso, concentra en el presidente el poder absoluto sobre la fiscalía general; conocida de manera coloquial como “fiscalía carnal”.
Por eso la pregunta obliga: ¿Le tiembla la mano al presidente para echar no al fiscal general, sino al delincuente confeso?
Al tiempo.