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CIUDAD DE MÉXICO, 19 de septiembre de 2017.- Treinta y dos años después del histórico terremoto de magnitud 8.1 que causó destrucción, la mañana de aquel jueves alrededor de las 7:19 horas en la Ciudad de México, el presidente Enrique Peña Nieto encabezó la ceremonia de izamiento de la Bandera Nacional en memoria de las personas que perdieron la vida en 1985.
Este año fue el propio Ejecutivo federal quien activó el mecanismo de izamiento del Lábaro Patrio a media asta en señal de luto, en un acto de conmemoración llevado a cabo en la Plaza de la Constitución.
La Banda de Guerra del Ejército mexicano entonó el Canto a la Bandera y enseguida interpretó el toque militar Silencio, para finalmente cantar de viva voz el Himno Nacional.
El Presidente de la República estuvo acompañado por los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda; de Marina, Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz; el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia; del coordinador de Protección Civil de la Segob, Luis Felipe Puente; y del presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga Cárdenas.
Concluida la breve ceremonia de poco más de diez minutos, se acercó a saludar a las tropas del Ejército y Marina, así como al personal perteneciente a diversas instituciones del Gobierno federal, Protección Civil y Cruz Roja para agradecer las acciones de rescate y salvamento, así como en operaciones de auxilio a la población en casos de desastre.
“Sirva a cada uno de ustedes mi gratitud, mi reconocimiento en nombre de las muchas familias que han quedado damnificadas”, expresó en referencia de las víctimas del último sismo del pasado 7 de septiembre, al agradecer la lealtad y compromiso de las Fuerzas Armadas.