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CIUDAD DE MÉXICO, 29 de octubre de 2021.- La dupla de Jorge Drexler y C. Tangana regresan con una nueva colaboración, Tocarte, tras la magnífica Nominao, incluida en el disco El Madrileño.
Ambos artistas repiten la experiencia de trabajar juntos, con un resultado sorprendente. C. Tangana, con un papel más protagonista en la composición y producción y Drexler más centrado en la interpretación.
La canción –directa, sensual, apremiante- concreta en apenas tres minutos una firme declaración de intenciones: retomar lo que había adquirido un cariz peligroso, el contacto físico.
“Valiente o gallina/la bolsa o la vida/jugarme la vida/buscarme la ruina”. Un ejercicio de lírica contemporánea y coloquial, en el que cada palabra golpea con precisión, en una dirección muy clara: “Tocarte”. Un planteo musical minimalista y rítmico, con aires de candombe y funk carioca.
“Tocarte es la primera canción que escribimos Pucho (C. Tangana) y yo. Salió entera en una sesión que hicimos en mi estudio en junio de 2020, con él, Víctor Martínez y mi hijo Pablo Drexler. Escribimos la letra a medias Pucho y yo, pero el timón musical de ese barco de cuatro lo llevó él con esa brillantez descarada, ese frenesí y esa generosidad que tiene cuando trabaja.
“Esto pasó hace más de un año… antes que Nominao, así que imagínense lo que nos costó mantener esto escondido (¡me quemaba las manos!) hasta que sentimos, todo el equipo, que había llegado el momento”, detalló Jorge Drexler.
Y C. Tangana añadió que “escribimos esta canción en mitad de la pandemia, en un momento donde interacciones habituales como abrazar o besarse, de repente se convirtieron en acciones de riesgo.
“Es un gran placer para mí devolver la colaboración a Jorge tras su increíble aportación a mi álbum. Además, me encanta el hecho de que Víctor Martínez, que tuvo gran presencia en El Madrileño, también participara en esta canción”.
Tocarte viene presentada con un exquisito videoclip dirigido por Joana Colomar y producido por Zissou. Es una perfecta interpretación del universo donde vive esta colaboración.
Tanto la estética como la narrativa elevan la canción a un espacio audiovisual de elegancia, poesía y sutileza, cediendo el protagonismo al tacto y el deseo. Rodado en película (16mm) y trabajado con la sofisticada mirada de Colomar y su equipo, el resultado es una combinación embriagadora.