
Herencia maldita
Los primeros tres hospitales en Latinoamérica
Hernán Cortés, Franciscanos y un Empresario
S.O.S., Urge Proporcionar Ayuda al de Jesús
El Real de San José, estuvo en el Barrio de San Juan
Hubo uno para Dar Atención a Mujeres Dementes
Este sábado 8 de marzo, la Primera Presidenta de México abrirá las puertas del Salón de Las Mujeres en la Historia, en Palacio Nacional y quedará incluido en las Visitas Guiadas. Así se celebrará el Día Internacional de la Mujer.
En México Tenochitlán, durante los primeros años de la llamada Conquista o Colonización, Hernán Cortés dispuso fuera construido un hospital para atender, inicialmente, a los soldados heridos en las batallas contra los nativos y desde el 13 de noviembre de 1524 operó el Hospital de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno.
Comentaré más adelante la historia de los inicios de la construcción, los cambios de nombre y la declaratoria de Cortés para que fuera un hospital laico para dar servicio, sin distinción, a españoles, indígenas y castas.
En esa misma época en el barrio de Moyotla fue edificado lo que sería el Hospital Real de San José de los Naturales. Consideraron los franciscanos que era necesario, porque a las enfermedades de la población se sumaban las que trajeron los seguidores de Hernán Cortés y que causaron estragos, como la viruela.
Donde está el Mercado de San Juan y sus alrededores, era el mencionado barrio dentro de San Juan Moyotlán y el fraile Pedro de Gante fue el principal promotor y encargado de conseguir las medicinas, además de las que aplicaban a los nativos.
José Sayago, un maestro ensamblador, en 1687, tenía una prima de su esposa que padecía enfermedad mental y para darle atención, determinó construir el Hospital del Divino Salvador, en terrenos de su propiedad, frente al Colegio de San Gregorio.
Ese hospital como el Hospital de Los Inocentes o Hospital de San Hipólito, fueron los primeros centros para tratamiento psiquiátrico, en América Latina. El segundo, promovido por fray Bernardino Álvarez Herrera fue para atender a los hombres con demencia.
EL LEGENDARIO HOSPITAL DE JESÚS
Enrique Krauze hizo pública una propuesta a empresarios mexicanos para “salvar al Hospital de Jesús que, en el quinto centenario de su fundación, requiere de una inversión de cerca de 200 millones de pesos para restaurar la infraestructura: salas, quirófano, equipos de anestesia y resonancia, etc.”.
Resulta importante el llamado publicado el domingo pasado, en la sección editorial del diario Reforma, porque se trata del primer hospital que atendió a los soldados españoles y admitió a indígenas; pionero de 155 más en la Nueva España y de América Latina.
La historia nos lleva a conocer el nombre original de ese espacio público, en servicio desde 1524, para dar asistencia médica: Hospital de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno, cuyo primer director fue fray Bartolomé de Olmedo. La construcción, diseño y planos, los hizo Carlos Olivas, contratado por Corté
Está ubicado en la actual esquina de Avenida 20 de Noviembre y República de El Salvador, Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ahí, se dice, tuvo lugar el encuentro del Emperador Moctezuma Xocoyotzin y Hernán Cortés.
En un “lugar secreto”, de ese edificio, están depositados los restos del que fuera Capitán General en México Tenochtitlán y Marqués del Valle de Oaxaca, entre otros nombramientos.
Cortés murió en España, el 2 de diciembre de 1547 y sus restos fueron enviados a México en 1566. Permanecieron en el templo de San Francisco, en Texcoco, hasta 1629 que fueron llevados al convento de San Francisco, en la capital de la Nueva España, hoy Ciudad de México.
Tenía 62 años de edad, al ser inhumado, por primera vez, en el monasterio de Isidoro del Campo, en Sevilla.
La novena inhumación fue en 1947 en el templo anexo al Hospital de Jesús, donde hay un busto, una placa y una copia del escudo de armas de Hernán Cortés. Ahí pidió el conquistador español quedar “descansando en paz”.
El doctor Gustavo Baz Prada fue uno de los impulsores de ese hospital, donde también dejó huella imborrable el nayarita, doctor Julián Gascón Mercado.
Anexa al hospital, fue construida la Iglesia de la Purísima Concepción; está en la esquina de Pino Suárez y República de El Salvador. Se encuentra abierta al público y se ofician misas.
En la crónica histórica leí que los médicos del hospital, aprovecharon a las Tícitl, médicas mexicas, que recibían a enfermos y heridos en los Tihuicán, como denominaban a los hospitales.
La indígena Petronila Jerónima soñó que “un grupo de nativos tallaban en madera una imagen religiosa, se la entregaron y automáticamente desaparecieron”. Lo consideró un milagro.
Esa imagen fue objeto de tres rifas, entre los administradores de los hospitales y siempre ganó al que le impondrían el nombre de Hospital de Jesús. También fue conocido como Hospital del Marqués, en alusión al Marqués del Valle de Oaxaca.
En el desarrollo de la historia se menciona que tanto Jerónima como Juan de Solórzano donaron la imagen que se conserva. No pude comprobarlo.
Dato interesante: con la herencia de Hernán Cortés se financiaron los gastos de la construcción. Posteriormente, desde el siglo pasado, existe un Patronato para la administración del hospital.
En el anfiteatro del hospital se impartía la clase de Anatomía Humana y ahí se practicó la primera autopsia, en 1546, con la participación de maestros y alumnos de la Real y Pontificia Universidad de México. Es el antecedente de la práctica de necropsias, en América Latina.