Nueva Embajada de EU en México, búnker diplomático más grande del mundo
BAGDAD, 23 de julio (Quadratín México).- Una ola de ataques coordinados con bombas y armas en 13 ciudades de Irak dejó por lo menos 103 muertos informaron las autoridades, quienes consideraron este lunes el día más cruento en lo que va de año.
Los ataques coordinados, que dejaron casi 200 heridos, significaron una advertencia escalofriante de que Al-Qaeda está resurgiendo poco a poco en el vacío de seguridad creado por un gobierno débil en Bagdad y la salida de los militares de Estados Unidos hace siete meses.
Aunque no hubo atribución inmediata de los ataques, el líder de Al-Qaeda en Irak declaró el domingo que lanzaría una nueva ofensiva para sembrar la inestabilidad en todo el país.
Advirtió que los insurgentes se están reorganizando en áreas que controlaban las fuerzas estadunidenses antes de su retirada en diciembre.
Al-Qaeda ha intentado restablecer su poderío tras la partida de las fuerzas norteamericana de Irak, ante la fragmentación del gobierno de Bagdad y el aumento de la insurgencia suní en la vecina Siria.
El último episodio de violencia tiene muchas de las señas de identidad de Al-Qaeda: todos los ataques con bomba y tiroteos ocurrieron en unas cuantas horas uno del otro y tuvieron como objetivos principales a las fuerzas de seguridad y oficinas del gobierno, los blancos favoritos de los milicianos predominantemente suníes.
“Al-Qaeda trata de enviar un mensaje de que es fuerte todavía y que puede elegir el tiempo y los lugares para atacar”, dijo el lunes el legislador chií Hakim al-Zamili, un miembro de la comisión de seguridad y defensa del Parlamento.
La violencia del lunes estuvo centrada en 13 ciudades y aldeas iraquíes. Los atentados dinamiteros ocurrieron en un espacio de pocas horas y fueron dirigidos principalmente contra las fuerzas de seguridad y oficinas gubernamentales, dos de los objetivos preferidos de Al-Qaeda.
“Fue una explosión enorme”, dijo Mohamed Munim, de 35 años, que trabajaba en una oficina del Ministerio del Interior que emite tarjetas de identidad a los residentes del barrio capitalino de Ciudad Sadr, cuando estalló un coche bomba frente al edificio, provocando la muerte de 16 personas.
El peor atentado ocurrió en la aldea de Taji, a unos 20 kilómetros al norte de la capital, donde según la policía las cargas colocadas junto a cinco casas estallaron, seguidas por un atentado suicida. En total murieron 41 personas.
QMex/bhr