Reitera IMSS compromiso de eliminar violencia hacia mujeres en las sedes
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de octubre de 2017.- Irritabilidad, tristeza, llanto e impacto en el desempeño cotidiano, son síntomas de la depresión, la cual afecta en Latinoamérica se ha convertido en una problemática más frecuente.
Pese a que en México los niveles de incidencia son menores, el 9.2 por ciento de la población ha sufrido un episodio de depresión en algún momento de su vida, y presenta mayor prevalencia en el grupo de 18 a 35 años de edad.
Brasil es el país que más casos de depresión sufre con un 5.8 por ciento de incidencia, seguido por Cuba, Paraguay, Chile y Uruguay.
Se estima que las personas con depresión mayor pierden hasta 2.7 más días de trabajo que aquellos que padecen diabetes, trastornos respiratorios, problemas cardiacos o artríticos.
En el caso de la depresión infantil tiene una incidencia del 2 al 5 por ciento en menores desde los 3 años. Los síntomas pueden impactar en su desempeño ya sea en la escuela, con amigos y su familia.
En la adolescencia, también representa un problema grave, se estima que la edad en que los jóvenes son más propensos a desarrollar dicha enfermedad es de los 12 a los 17 años de edad, la padecen 2 por ciento de hombres y 7.6 por ciento de mujeres.
Dicho sector presenta síntomas como retraimiento social, dificultades escolares, conductas negativas y agresivas, uso de sustancias y cabe destacar que desencadena otros problemas graves de salud pública como la planeación y concreción de sucesos como el suicidio.
Existe una relación sumamente estrecha entre la depresión y el suicidio, este último considerado actualmente la segunda causa de muerte entre los jóvenes de todo el mundo. En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que el 40.8 por ciento de los suicidios ocurren en jóvenes de 15 a 29 años, alcanzando una taza de 7.5 suicidios por cada 100 mil jóvenes.
Como resultado de interacciones complejas entre factores sociales, psicológicos y biológicos, la depresión es una problema de salud que afecta a más de 300 millones de personas alrededor del mundo y puede estar presente en todos los sectores sociales, a cualquier edad, aunque tiene mayor incidencia en algunos sectores de la población.
Es la enfermedad mental que más afecta a la población e, indudablemente, con el paso de los años adquirirá dimensiones más importantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2005 y 2015, incrementó más del 18 por ciento y se estima que para el año 2020 será el segundo padecimiento de mayor carga de morbilidad en el mundo.
La misma OMS la define como un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.
Es un padecimiento multifactorial y genético con posibilidades de ser heredado del 40 al 65 por ciento, en el cual intervienen otros factores bioquímicos, neuroendocrinos y ambientales. Quienes han atravesado por experiencias de vida complejas como desempleo, pérdidas de algún ser querido o traumatismos psicológicos tienen más probabilidades de sufrir depresión.
Trastornos depresivos en los adultos mayores
Hay otro sector poblacional a quien la depresión también afecta de forma severa. Durante los últimos años, la incidencia de la depresión en adultos mayores ha incrementado desde 2012, del total de los egresos hospitalarios por trastornos depresivos responde al 12.3 por ciento.
Mientras que en la población en general se estima que 9 por ciento tiene algún episodio depresivo alguna vez en su vida, en las personas mayores el porcentaje se duplica hasta 20 por ciento.
Factores como la soledad y la pérdida de autonomía son algunas de las causas de la depresión, además de la pérdida de la capacidad para llevar a cabo tareas cotidianas simples, lo cual tiene, en ocasiones, efectos importantes sobre las relaciones con la familia y los amigos.
En este escenario, la Comisión de Salud del Senado de la República analiza llevar a cabo acciones que faciliten el diagnóstico, el tratamiento y la prevención, o bien, el apoyo psicológico continuo que acompañe a las personas que presentan cuadros depresivos.
De ahí la importancia que las entidades federativas del país, refuercen e instrumenten acciones para prevenir y atender de manera integral la depresión.
Los Senadores del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), impulsan un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de Salud y a sus homólogas en las 32 entidades federativas a reforzar y, en su caso, instrumentar acciones para prevenir y atender de manera integral la depresión, a fin de garantizar la estabilidad y calidad de vida de los diversos sectores de la población mexicana.