Poder y Dinero
CIUDAD DE MEXICO, 16 de agosto del 2022.- Mucha gente joven que resultó afectada por el confinamiento a causa de la Covid 19 aún sigue intentando recuperar su lugar en el mercado de trabajo.
Durante demasiado tiempo, el trabajo para la gente joven se ha caracterizado por inseguridad, bajos salarios, falta de acceso o un acceso inadecuado a la protección social, así como a la afiliación sindical.
La mayoría de la juventud en todo el mundo trabaja en la economía informal y tiene, incluso, más probabilidades de ocupar empleos inseguros y mal pagados.
La gente joven puede contribuir a reconstruir un nuevo contrato social y trabajar con vistas a prevenir la exclusión de su generación asegurándose de no dejar a nadie atrás.
Esta recuperación debe financiarse por medio de una fiscalidad justa, alivio de la deuda y apoyo específico para las economías en desarrollo. Es algo que no se conseguirá con recortes y austeridad.
El Día Internacional de la Juventud, el pasado 12 de agosto de 2022, supone el tercer año con la pandemia de Covid 19. Una pandemia que está teniendo graves repercusiones sobre la gente joven, incluso respecto a sus oportunidades de empleo y su nivel de vida. Cumplir las seis reivindicaciones clave del nuevo contrato social resulta esencial para una recuperación resiliente que no deje atrás a la gente joven:
Derechos: garantizar derechos laborales y protección para todos los trabajadores y trabajadoras jóvenes, incluyendo acceso a oportunidades de formación y aprendizaje permanente;
Empleo: invertir en empleos respetuosos con el clima, junto con puestos de trabajo en sanidad, educación y otros servicios públicos de calidad; Salarios: salarios mínimos vitales establecidos mediante un proceso de negociación colectiva, que permitan a la gente trabajadora cubrir sus necesidades;
Protección Social: garantizar una protección social para todos los trabajadores y trabajadoras, incluso jóvenes y quienes trabajan en economía informal, y establecer un Fondo Mundial para la Protección Social;
Igualdad: garantizar una participación justa e igualitaria de la gente joven y otros grupos en busca de equidad en la vida económica, social, política y cultural;
Inclusión: desmantelar los sistemas interconectados de opresión que perpetúan los vestigios del colonialismo y excluyen a las personas en base a su género, raza, clase, nacionalidad, ciudadanía, discapacidad, edad, orientación sexual o identidad de género.