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Miami, EU., 2 de diciembre de 2020.- La disquera Sony Music celebra los 30 años del álbum en vivo Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, que cambio la historia de la música en México, que plasmó cuatro días de concierto en mayo de 1990, cuando la orquesta más importante del país azteca acompaño a uno de los artistas populares más grandes de la historia moderna.
Hoy en día a nadie le resulta extraño “la combinación de algún género popular con orquesta. Sin embargo, cuando se dio la noticia de que el cantautor popular se presentaría en el histórico Palacio de Bellas Artes se disparó una lluvia de críticas y duros recibimientos por parte del mundo academicista”, señaló Sony Music en un comunicado.
Ningún músico o artista “que no perteneciera a su círculo se había atrevido a realizar una presentación del tipo en este sagrado recinto. Y Juan Gabriel no sólo tuvo el sueño de realizar el cometido, sino que lo realizó a lo grande”.
Como artista, el compositor inició su carrera de manera profesional en 1971, cuando lanzó su debut El Alma Joven; una primera producción con la que atraparía la atención de miles gracias a su sencillo No Tengo Dinero (Disco de Oro instantáneo).
La pluma y voz del mexicano pronto fueron cosechando éxitos y a lo largo de casi veinte años de trayectoria (hasta el año del evento en Bellas Artes) daría vida a canciones que ahora son infaltables en las listas de lo más destacado de los compositores de México; entre ellas Yo no Nací para Amar, No Vale la Pena, Amor Eterno y Hasta que Te Conocí. Todo sin descontar los cientos de canciones que hizo para otros artistas.
Los boletos en aquella ocasión “se agotaron en muy poco tiempo. La gente dejó de trabajar para ver a su ídolo y muchos tuvieron que vivir el fracaso de no encontrar una entrada, ni siquiera ofreciendo grandes cantidades en reventa.
Quienes pudieron entrar al Palacio lo considerarían con los años como un show que marcó su vida y, cuando se estrenó el álbum, primer en vivo del artista, todo México quiso una copia”.
En las más de dos horas de Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes, “el artista dominó el escenario y ahora se puede escuchar cómo el ídolo lleva a las lágrimas a varios, cómo con unas notas de su voz crea momentos de profunda solemnidad y, al mismo tiempo, cómo hace bromas y reta al público a seguirlo.”.
Con cuarenta años y una excelente trayectoria, Juan Gabriel “se encontraba en plena madurez artística y se nota en todo momento, ya sea en el audio del álbum o en los videos que capturan parte de la magia de esas históricas noches, no hay momento de descanso”.
Con esta obra cumbre de la música en México quedó demostrado cómo lo popular y lo culto pueden convivir a la perfección, pero también cómo todo se puede, cuando se hace mucho corazón.
Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes con los años se configuraría como un referente obligado para todas las fusiones de géneros con arreglos sinfónicos.