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MÉXICO, DF, 9 de febrero de 2015.- El primer kartódromo internacional que presume el Parque Cuitláhuac, de la delegación Iztapalapa, lleva casi siete meses cerrado, en el abandono, y convertido en un elefante blanco, después de que el ex titular de la demarcación, Jesús Valencia, lo presentó -en su momento- como uno de sus grandes logros para el esparcimiento social.
Para la inauguración de este espacio el delegado Jesús Valencia –quien pidió licencia al cargo después del escándalo, aún no clarificado después de chocar una camioneta prestada por una empresa beneficiada durante su gestión– invitó a personajes de la vida deportiva como el piloto mexicano Mario Domínguez y al director general del Instituto del Deporte capitalino, Horacio de la Vega, así como miembros de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), quienes avalaron la entrega del inmueble a la ciudadanía.
El compromiso del perredista, quien acarreó a centenares de vecinos de la zona a la inauguración, era que todos los iztapalapenses tendrían el derecho de utilizar los 12 karts que están estacionados en los pits. Hubo más promesas, como la utilización de tres albercas, una tirolesa, un juego de gotcha y un diamante de beisbol. Sin embargo, desde julio del año pasado, cuando que fue inaugurada nadie ha podido utilizarlos.
El parque Cuitláhuac (sobre 45 hectáreas) se encuentra en avenida Guelatao y el Eje 6 sur, a un costado de la colonia Vicente Guerrero, considerada una de las más peligrosas del Distrito Federal, y fue en el 2013 cuando se le inyectaron 12 millones para terminar su remodelación. El parque abre de martes a domingo, de 8 a 17 horas. Y la entrada es gratuita.
A pesar de estos esfuerzos de remodelación, la parte de las rejas que colindan con la colonia Vicente Guerrero están deterioradas, el pavimento presenta hoyos, la iluminación es escasa, por lo que resulta un peligro para cualquier vecino pasar por esta urbanización.
La pista, de 1.5 kilómetros de recorrido, con cinco curvas, cuenta con la norma oficial exigida por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) pero nadie la utiliza y está como un simple ornamento.
“La orden que nos han dado es que será hasta nuevo aviso cuando que se pueda dar el acceso. Mientras, sólo se puede ver desde atrás de las rejas. Ésa es la orden de la administración. Los carritos están ahí, guardados en donde se les pone la gasolina, porque como no se usan deben estar ahí para que no les afecte el sol y la lluvia. Es una pena que no se puedan usar las instalaciones”, dijo una trabajadora que da mantenimiento al lugar.
Quadratín México realizó una visita al lugar que por más de 60 años fue el basurero de Santa Cruz Meyehualco y que en los últimos meses de la administración de Clara Brugada al frente de la delegación, se recuperó para transformarlo en un espacio de recreación para las familias de esa zona.
La inversión inicial fue de 114 millones de pesos para construir, en 45 hectáreas, juegos infantiles, un laberinto con superficie vegetal y senderos, dos torres, de 14 y 9 metros, que juntas forman la tirolesa -también sin uso- de 214 metros y que atraviesa dos lagos artificiales con agua y un paseo en lancha.
Así también tiene como un espacio acuático (con tres pequeñas piscinas con agua estancada a medio llenar), la pista de go-karts y una granja interactiva, llamada pomposamente zoológico, donde los visitantes conviven de manera física con vacas, borregos, gallos, unas cebras, un dromedario y hasta con una llama.
Espacio multifuncional mal aprovechado
En la administración de Jesús Valencia se agregaron dos espacios más, un diamante de beisbol y zona para jugar gotcha, pero ante la lejanía de estos dos adheridos, la gente no los ha encontrado o simplemente no les llama la atención.
“Aquí es un espacio recreativo para las familias, si te das cuenta solamente funcionan las canchas de futbol, la granja, el paseo en lancha y los juegos infantiles, lo demás está casi olvidado, la tirolesa ni se usa, las albercas están semivacías, el parque de beisbol está allá arrumbado y el gotcha ni figura”, comenta un policía que custodia la entrada principal.
“El administrador, Enrique Martínez, dice que no hay personal suficiente para darle mayor mantenimiento al parque, además de que quién sabe si el presupuesto de la delegación alcance para que se le pueda dar mantenimiento a toda esta área, pero mientras la gente no pida más o le interese las demás actividades, pues no habrá más que ofrecerles”, agrega el uniformado.
El comentario del efectivo de seguridad fue apoyado por el encargado del área de las tres albercas infantiles, donde la pintura ya está desgastada por el implacable sol y la falta de agua para poder llenarlas.
El motivo del desuso de estas instalaciones es que dentro de las necesidades principales de Iztapalapa es de abastecer de agua al poco más del millón de habitantes que vive la parte oriente de la ciudad de México.
“Lo que si te puedo asegurar es que la prioridad de las autoridades es dar esa agua a la gente, a las escuelas y a las zonas habitacionales, sobre todo en época de estiaje, por lo que llenar estas albercas no resulta ser la urgencia”, dice el responsable de las albercas.
“En una zona como Iztapalapa, donde el agua escasea, pues es inevitable ver cómo las pipas se desvían y no pasan por aquí, no podemos llenarlas con agua de dudosa procedencia, porque los pequeños irremediablemente toman esa agua, así que debe ser potable, si no lo es, no la llenamos”, remata el encargado de la zona acuática infantil.
A pesar de que investigar respecto al monto que pagó el gobierno de Jesús Valencia por las adecuaciones realizadas en el Parque Cuitláhuac, la cifra no aparece en la página oficial de la delegación.