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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de enero (Quadratín México).- La convocatoria y la agenda para la XXI Asamblea Nacional del PRI están prácticamente listas, aseveró el presidente nacional de ese partido político, César Camacho Quiroz.
Explicó que la obligación legal, no sólo estatutaria, es que la Asamblea inicie a más tardar el 23 de febrero, pero “yo les puedo adelantar que va a iniciar antes” de esa fecha, de modo que estaremos en orden y a mano con la ley y los estatutos.
Entrevistado luego de partir la tradicional Rosca de Reyes con reporteros de la fuente, en la que sacó muñeco y se comprometió a llevar los tamales y el atole el 2 de febrero, recordó que los estatutos establecen que la Asamblea tiene que iniciar con Asambleas Municipales deliberativas y en las que se elijan delegados.
Camacho Quiroz explicó que la Asamblea tiene la fase municipal de grupos de municipios porque hay algunos en los que será muy difícil hacer una elección por alcaldía. Posteriormente habrá una fase estatal y luego una nacional.
Aseguró que para emitir la convocatoria no hay plazo, pero claro en términos prácticos no se puede difundir un día e iniciar la Asamblea al otro, por lo que en breve saldrá la convocatoria la cual está autorizada por el Consejo Político Nacional del 11 de diciembre.
Convocaremos a nuestros militantes y a los líderes de las diferentes organizaciones, habrá más de cuatro mil delegados a la Asamblea, de ellos una tercera parte cuando menos proviene de la estructura territorial y el grueso de los delegados de los sectores y las organizaciones, indicó.
Camacho Quiroz consideró que la XXI Asamblea será una buena oportunidad para revisar los documentos básicos de su partido, ponerlos a tono y la pretensión es inclusive ir más adelante para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) sea una alternativa que ofrezca un rumbo por donde transitar.
Esta alternativa tiene que ver en buena medida con la agenda nacional y los temas del Pacto por México, señaló el dirigente priista.
Comentó que los temas del Pacto son intrínsecamente buenos, por lo que ningún mexicano en pleno uso de sus facultades podría estar en desacuerdo con que necesitamos crecer y mejorar las condiciones de seguridad y justicia o que tenemos que recuperar el prestigio de la política exterior.
El reto es cómo hacer esas definiciones que nos harán diferentes a otras opciones, puntualizó.
QMX/grr