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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de agosto (Quadratín México).- Poco se sabe respecto a si llegan a cicatrizar las heridas emocionales a causa de un aborto, sin importar si este fue inducido o derivado de un problema orgánico, pero lo cierto es que en los hechos la interrupción natal puede provocar la incapacidad para que una mujer se vuelva a embarazar.
Así lo explicó en entrevista con Quadratín México, María del Carmen Alva López, presidenta de la organización civil Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y de la Familia (Irma), dedicada a la atención emocional de quienes, por cualquier circunstancia, han enfrentado un aborto.
“La mente es muy poderosa y la ansiedad de la pérdida llega a tener efecto, como un embarazo psicológico, o bien una imposibilidad al embarazo”, apuntó.
En el caso de un embarazo psicológico, no sólo se presentan síntomas como agrandamiento del vientre, mareos o vómitos, sino incluso llega a formarse la placenta.
Por otra parte, hay mujeres que pese a encontrarse física y orgánicamente aptas, no logran embarazarse, pues sufren un fuerte bloqueo emocional, porque se conjugan diversas emociones, como culpa, depresión, ansiedad, depende de cada historia.
Las mujeres que abortan porque son muy jóvenes y dicen no querer “estropear” su vida o tienen miedo a enfrentar la gran responsabilidad de tener un hijo, también sufren severas presiones emocionales, aun cuando en apariencia lleven subida normal, incluidas la relaciones románticas, pero esto es sólo en apariencia.
Al no encontrar su subconsciente una forma para descargarse, estas jóvenes pueden incluso incurrir en más interrupciones de embarazo, explicó Alva López.
“Los sentimientos y emociones encontrados les exige decir sí me equivoqué y estoy sufriendo; son mecanismos de defensa y la negación de que algo las lastimó y llegan a creer que si lo racionalizan, no les va a volver a pasar, se dicen ‘no me va a pasar lo mismo’, pero esto sólo las conduce a la repetición, y si no se atienden psicológica y emocionalmente, pues hay mujeres que tienen hasta ocho abortos”, agregó.
El embarazarse nuevamente, es también una manera de reponer, abundó, pues la joven tiene el anhelo de que todo regrese “a su sitio” y por ello , su subconsciente busca embarazarse “lo más pronto posible”, pero se enfrenta nuevamente a la incapacidad de no poder tener a su hijo, ya sea por cuestiones económicas, a causa de miedos, por la presión familiar, etcétera, nuevamente se encuentra carente.
Las consecuencias en las relacione o con los hijos
La directora de Irma hizo énfasis en la poca atención que se da a la necesidad de que las mujeres que enfrentan un aborto reciban apoyo psicológico.
“Esto es triste y difícil, pues hay personas que vienen después de 30 años y lo lloran como si hubiese sido ayer, porque no han trabajado con sus emociones”, dijo.
Y esto deriva en otras preocupaciones, pues la instabilidad emocional daña las relaciones interpersonales, incluso con los hijos.
Esto, en especial, con primero que se tenga después de una interrupción del embarazo, pues al no vivir el duelo, las mujeres “tratan de reponer al bebé perdido, no ven a su hijo como una persona distinta y entonces pueden darse dos situaciones extremas, pero igual de dañinas: esperan demasiado de él y lo cargan de exigencias al punto de llegar al maltrato, o bien se hace todo lo posible para evitar que corra cualquier riesgo y hay sobre protección y un gran control sobre de él”.
También se daña la relación de pareja, pues en seis de cada 10 casos de aborto, se rompe porque se tiene un sentimiento de abandono e incluso la mujer llega a reprochar a su pareja el que “no haya querido el fruto de su amor” y lo presiona, entonces sobreviven una gran crisis.
Asimismo, se dificulta la relación con una nueva pareja, pues al no haber apoyo psicológico o emocional, se puede cargar en esta el resentimiento y enojo.
Alva López ofreció el apoyo de la organización Irma, la cual fue nombrada así porque significa “mujer fuerte”; las interesadas pueden contacta a través del e-mail [email protected], o los números telefónicos 52603178 y
01800 911 IRMA.
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