El 2025: los desafíos del desarrollo
La mayoría de los empresarios mexicanos que he tratado o que veo en las imágenes informativas recuerdan, por su discurso, a esas imágenes con las que Remedios Varo representó a los banqueros para equipararlos con los vampiros.
Hoy, esos empresarios gritan para llamar la atención, para prender los focos rojos debido a las consecuencias sociales y económicas de la desregulación que tanto exigieron y defienden. El mercado es difícil de reactivar porque la precarización del empleo en México se mantiene como un problema grave debido al nivel salarial que prevalece en el país, admite el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Pero, ¿quién promovió el outsourcing con el propósito de deshacerse de los compromisos laborales y esforzarse por desaparecer los sindicatos, en muchos casos tan perniciosos como los patrones?
Los miembros del CCE están conscientes que la precarización del empleo crea la informalidad laboral y comercial, y el Estado debe agradecer que esta vía para alimentarse y obtener recursos evite que el país se incendie, pues la voracidad de los poderes fácticos deja inermes a todos aquellos que están fuera del círculo del privilegio.
La Jornada da cuenta que “de acuerdo con cifras oficiales, el número de trabajadores mexicanos que perciben hasta tres salarios mínimos al mes se incrementó en cerca de un millón de personas el año pasado, mientras los que ganan por encima de tres salarios mínimos se redujeron en más de 400 mil.
“Además, en el primer trimestre de este año se registraron al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 126 mil empleos menos que en el mismo lapso del año pasado, mientras seis de cada 10 trabajadores (así como la mitad de los establecimientos económicos que operan en México) se desenvuelven en la informalidad.
“No obstante, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del organismo, consideró en su mensaje semanal que en el panorama laboral hay “signos mixtos”, ya que en los primeros tres meses del año el porcentaje de trabajadores permanentes inscritos ha mantenido una tendencia al alza y aunque siguió creciendo la informalidad, el aumento de la ocupación formal del año pasado fue poco más de tres veces mayor al del informal”.
Hernando de Soto publicó, hace más de 20 años, El otro sendero, como respuesta clara al desmadre económico provocado por Sendero Luminoso y a la terquedad de imponer una política económica ajena a la realidad del Perú, donde el precarismo laboral y la informalidad fueron el valladar que detuvo el triunfo de la guerrilla de presidente Gonzalo.
Hoy llega tarde el arrepentimiento de Gerardo Gutiérrez Candiani y sus representados, pues si desaparece la violencia tal como se lo ha propuesto el gobierno federal, una buena parte de la sociedad empezará a preocuparse por lo fundamental: empleo, salud, alimento y educación.
Desconozco el orden de preferencias para la solución de esos ancestrales problemas, lo que sí sé es que los mexicanos quieren, necesitan, están urgidos de recuperar su dignidad.
QMX/gom