Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
Las circunstancias históricas y políticas obligan a gobernar como se puede, no necesariamente como se quiere.
No se gobierna como se quiere, sino como se puede. Así dejan constancia los nombres de los miembros del primer círculo del poder de EPN. Tienen edad y experiencia, pero entre ellos hay significativos compromisos políticos, como lo revela la presencia de José Antonio Meade en SRE.
En el discurso inaugural, en 13 decisiones ejecutivas que requieren algunas de ellas reformas constitucionales y legales, todas de voluntad política, se enumeraron los desafíos de esas mujeres y hombres, del poco tiempo que tienen para demostrar de qué están hechos.
Es preciso resaltar que el mensaje fue pronunciado en Palacio Nacional: corazón y espíritu de quienes concibieron a México como una República. Las referencias locales del concepto están en Benito Juárez; las universales, en las tragedias “romanas” de Shakespeare, en Edward Gibbon y en Robert Graves, en su biografía novelada de Claudio.
Expone EPN que quiere asumir la Presidencia de la República para desempeñarla con todas sus atribuciones constitucionales; es decir, no está dispuesto a permitir vacíos de poder, ni a eludir responsabilidades.
Ofertó a los mexicanos su disponibilidad para que se aprueben por el Congreso y se ejecuten 13 proyectos presidenciales, unos prometidos durante su campaña, otros impuestos por la realidad, todos necesarios para que la sociedad trascienda el tiempo del encono y el rencor, y recupere esa dignidad de vida que únicamente puede lograrse con la reactivación del mercado y la recuperación de la clase media, como lo puso a consideración.
Para concluir, aseguró estar consciente de que sólo cuenta con 2191 días para gobernar, por lo que sugiero a Erwin Lino que le mantenga cerca la siguiente reflexión de Carlos Marx, escrita en El dieciocho Brumario: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen bajo unas circunstancias elegidas por ellos, sino bajo unas circunstancias con las que directamente se encuentran, dadas y transmitidas desde el pasado”.
Reitero mi observación inicial: no se gobierna como se quiere, sino como se puede. Emilio Gamboa Patrón es ejemplo de ello, con lo sucedido con el transitorio empantanamiento de la reforma laboral, y la reforma a Ley de la Administración Pública Federal, atorada bajo su responsabilidad.
QMX/gom