LA COSTUMBRE DEL PODER: EPN y Obama

27 de noviembre de 2012
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1:15
Gregorio Ortega

En este encuentro los temas son el narcotráfico y el tráfico ilegal de armas y personas; sus consecuencias, diametralmente diferentes a uno y otro lado de la frontera.

El presidente electo de México viajó a Washington para conversar con Barack Obama. El encuentro es acotado a una agenda que debió llevar semanas de estudio y consultas, estableciéndose con temas acordados por personas designadas por EPN y funcionarios públicos del gobierno estadounidense. Es ya una asimetría.

Lo que en esos encuentros sucede -demasiado breves, dada la importancia de los temas que en ellos se trata y ratifica- es una charla para avalar lo que los equipos de un presidente en funciones y de un hombre que está próximo a serlo pactaron, conforme a la continuidad de las relaciones bilaterales sujetas al derecho internacional, a la tradición y a los intereses o deseos de alguna de las partes por modificar o cambiar nombre -por razones estrictamente de política interna- a convenios diplomáticos establecidos o que deseen establecerse, como sucede con la zanahoria de la siempre pospuesta legalización migratoria de los trabajadores mexicanos sin papeles.

Para este encuentro, los temas son el narcotráfico y el tráfico ilegal de armas y personas entre ambas naciones, así como el de las consecuencias de esos delitos, diametralmente diferentes a uno y otro lado de la frontera; diferencia ampliada después de que los habitantes de Colorado y Washington determinaron dar uso legal y recreativo a la mariguana.

Dicha modificación legal sólo es el inicio de una ambiciosa transformación de la economía, pues como lo advierte la amonestación de mi Demonio de Sócrates, en esta ocasión femenino y de profesión siquiatra, es muy posible que los laboratorios químico-farmacéuticos también cabildeen en ese sentido.

Argumenta que  no se trata nada más de despenalizar su uso (ya se ha hecho en 18 estados de EEUU), sino de reclasificarla como sustancia controlada.  La mariguana está catalogada, en el Schedule I, como fármaco con alto potencial de abuso, sin uso médico reconocido y sin garantías de seguridad en su empleo.  Esto hace que sea dificilísimo  estudiar a fondo  sus propiedades.  La cantidad de sustancias farmacológicamente activas que la planta produce se calcula en más de 60, además del famoso tetrahidrocanabinol, que es el compuesto psicoactivo más dañino.  Las demás tienen propiedades antipsicóticas, analgésicas, promotoras del apetito, antieméticas…

Dice también que grupos a favor del uso médico de la mariguana han promovido su reclasificación, pero la DEA los ha bloqueado,  alegando que no hay pruebas de su eficacia médica, ni están descritos sus componentes químicos,  y no hay tampoco maneras de dosificarla ni de administrarla con seguridad. ¿Cómo vamos a tener pruebas de su utilidad, cómo vamos a determinar la dosis, si no podemos investigarla?, preguntan los promotores de la reclasificación.  El mes pasado Americans for Safe Access  apeló el fallo en contra del rescheduling,  y todavía no hay una decisión definitiva.

Uno de los resultados de este encuentro entre EPN y Obama, será la ratificación o cambio del nombre del próximo secretario de Relaciones Exteriores, porque habrán medido la incidencia en la intromisión de asuntos internos mexicanos.

QMX/gom

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