Poder y dinero
Los daños colaterales del drama económico padecido por las sociedades de todas las naciones -la mexicana fue una de las primeras en experimentarlo, con sucesivas devaluaciones monetarias iniciadas en 1976, luego convertidas en libre flotación- destruyen la seguridad pública y disminuyen la credibilidad en el modelo político.
Víctor Ballinas, reportero de La Jornada, da cuenta de cómo la extorsión telefónica se ha convertido en uno de los ocho delitos que más impactan a la sociedad después del homicidio, el secuestro y las lesiones generadas por ataques de la delincuencia.
Actualmente -corroboró- cada 24 horas se intentan más de 6 mil 700 extorsiones, es decir, 2.4 millones al año en todo el país; en 30 por ciento de los casos los delincuentes consiguen su objetivo.
El reportero Ballinas retoma la declaración del senador Jesús Casillas Romero, en la que afirma que cada año más de 700 mil personas son extorsionadas; los montos exigidos van de mil a 80 mil pesos. Los estados más afectados son México, Michoacán, Jalisco, Tabasco, Nuevo León, Puebla, Guerrero, Chiapas, Tamaulipas y, obviamente, el Distrito Federal.
¿Cómo detener el engaño? Es público que la extorsión se administra desde los reclusorios, en los que la corrupción facilita que quienes los necesitan dispongan de teléfonos celulares, y las compañías que prestan los servicios incumplen con acuerdos establecidos para bloquearles la señal.
El senador priista dice al reportero de La Jornada que la forma de extorsión que más se realiza a nivel nacional es la telefónica. Los métodos han evolucionado, ya que entre 2000 y 2002 los delincuentes llamaban y hacían creer a quien contestara que un familiar proveniente de Estados Unidos ‘‘tenía un problema y necesitaba dinero’’. Luego fue muy usado el engaño sobre un supuesto ‘‘premio’’, pero para otorgarlo requerían un pago por concepto de ‘‘trámite’’.
Otras formas de operar son las llamadas donde indican que tienen a una persona -familiar de quien contesta- secuestrada; ponen una grabación, por lo general una mujer o un niño llorando, y les exigen dinero a cambio de no dañar a los cautivos y dejarlos en libertad.
Propone, el senador Casillas, que se exhorte a la PGR y al despacho de la gobernación, para que dichas instituciones promuevan la prevención en la sociedad, pero ¿cómo lograrlo, cuando los mexicanos dejan de confiar en sus instituciones, lo que favorece su inseguridad en el comportamiento ante la extorsión y el fraude?
La extorsión es la punta de lanza para vencer a una sociedad descreída, abre las puertas a las ejecuciones, los asesinatos y las desapariciones forzadas, que son incesantes, como lo demuestran las cifras de lo ocurrido durante el mes de marzo; números que propiciaron que el presidente EPN solicitará un año de gracia para hacer una evaluación de su trabajo en seguridad pública.
La realidad impone modificaciones en la agenda política, va unos pasos adelante de lo que se espera como resultado del proyecto económico, y da al traste con cualquier supuesto previsto en el escenario de los resultados del gobierno con el cual regresa el PRI al poder.
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