
Libros de ayer y hoy
La Reforma Política que a fin de cuentas pasó, conjura la intransigencia de AMLO, de las distintas oposiciones, la amenaza de desestabilización, exclusivamente para la toma de posesión, aunque hay algo más.
Entre sus logros destacan reformas en los artículos constitucionales 35, donde se reconocen las candidaturas independientes, el derecho ciudadano a iniciar leyes de conformidad a lo dispuesto por la Constitución y la Ley del Congreso, y si la participación en las consultas populares alcanza el 40% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, será vinculatoria.
El 36 establece como obligación de los ciudadanos votar en las consultas populares; el 71 otorga la facultad de los ciudadanos para iniciar leyes con un apoyo mínimo del 0.13% del padrón electoral; el 73 faculta al Congreso para los casos previstos de substitución del Presidente de la República, y para legislar en materia de iniciativa ciudadana y consulta popular; el 76 faculta al Senado para ratificar embajadores, titulares de las instituciones reguladoras de telecomunicaciones, energía y competencia económica, coroneles y jefes superiores de las Fuerzas Armadas; el 78 define que la convocatoria para que el Congreso se erija en Colegio Electoral para resolver el interinato o substitución del Presidente de la República se aprobará por mayoría en la Comisión Permanente; el 85 señala que si al iniciar un periodo constitucional la elección no se ha declarado válida, asumirá funciones un presidente interino en términos del artículo 84; si al iniciar un periodo constitucional hubiere falta absoluta del Presidente de la República, asumirá provisionalmente el encargo el Presidente de la Cámara de Senadores y, el 87 determina que el Presidente podrá rendir protesta ante el Congreso del Unión, las Mesas Directivas, la Comisión Permanente o la SCJN.
Por su parte, EPN, candidato triunfante, en un texto firmado, define su postura ante la intransigencia, anuncia la propuesta de tres reformas: “… Mi prioridad será convocar a la sociedad civil, a los partidos políticos y las organizaciones sociales, para que iniciemos un diálogo que permita concretar tres iniciativas prioritarias, que serán presentadas al Congreso de la Unión en septiembre. En primer lugar, promoveré la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción…, con facultad de investigar y sancionar actos de corrupción de funcionarios en los tres órdenes de gobierno y los tres poderes de la Unión. En segundo lugar, impulsaré la profundización y la ampliación de la transparencia en todos los órdenes de gobierno y poderes de la Unión. Por último, impulsaré la creación de una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de medios de comunicación con fines publicitarios, en todos los niveles de gobierno”.
Lo único que tiene sus bemoles es el órgano anti corrupción. Para que nadie meta la mano al cajón hay que poner el ejemplo, someter a juicio, con todas las pruebas, a quien se haya beneficiado del poder y del presupuesto, porque como hizo notar Druso: “La corrupción es irreversible cuando ha llegado a pudrir el alma de una nación”.
QMex/gom