Libros de ayer y hoy
¿Qué entienden los políticos mexicanos por tener la credibilidad y confianza de la sociedad que dicen representar y gobernar? Los términos distan mucho de ser sinónimos de sumisión y obsecuencia. Como refiere un lector crítico, está muy lejos de lograrse con un acto de magia. Hoy, con el tamaño global de la crisis y las redes sociales a todo lo que da, ser líder requiere cualidades especiales, diferentes a las de hace unos cuantos años.
En paráfrasis: debemos asumir que es en los momentos de crisis cuando los gobiernos demuestran lo que son, pero ¡cuidado con convertirse en uno más fiero y temido que un tigre!
Entonces, cómo entender lo que es un llamado, casi una proclama del procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, quien sostiene que la existencia de grupos de autodefensa rompe las reglas fundamentales para vivir en paz, pero “tenemos que saber cuáles son las reglas, no sólo para cumplirlas, sino para saber hasta dónde alcanzan nuestros derechos; nadie puede incumplirlas de la noche a la mañana por voluntad propia, porque entonces rompe el tejido social entramado con el amparo del derecho”.
Para los “leídos y escribidos” esas normas éticas y morales son muy claras, porque les fueron inculcadas en sus hogares y las aprendieron durante su período de instrucción y enriquecimiento cultural, pero también saben cómo romperlas o burlarlas sin lesionar su libertad y con la idea de proteger sus muy personales intereses, por sobre los derechos y necesidades de la colectividad. Esta es la esencia del rompimiento del tejido social, de los vínculos de la sociedad con el Estado.
Pero Murillo Karam va más allá, tiene el diagnóstico de lo que ocurre y afirma que, hoy, el problema “de este país es la falta de confianza, en consecuencia el reto es recuperarla y generar la credibilidad, ese es el elemento central que nos va a permitir rescatar la vida pública de México”; sin embargo, titubea, quizá carece de autorización o a lo peor desconoce la solución del problema, que es muy sencilla: combatir de frente la corrupción, cancelar todas las complicidades políticas que conducen a la impunidad. No lo harán.
Durante el evento con empresarios en el que el abogado Murillo Karam incursiona en la posibilidad de restaurar los vínculos sociedad Estado a través del pacto social, también indicó que el factor para aumentar la inversión extranjera es la gran confianza que genera un gobierno decidido a aplicar estrictamente las normas establecidas; es decir, la certeza para que quien viene sepa a qué se atiene, con qué respaldo legal va a actuar y cuáles son las consecuencias de sus decisiones; “en eso puede sustentarse un aumento enorme de la inversión. Por lo demás, tiene el país condiciones atractivas para el capital”, concluyó.
En opinión del procurador general de la República, los hechos muestran la apuesta de una parte de la sociedad. Pero recuperar la confianza requiere sancionar también a los correligionarios, porque si se empieza con los de casa, nada se verá como venganza política. Dos preguntas: ¿qué significa para los políticos? ¿Sumisión, obsecuencia, dejar hacer, dejar pasar? No lo saben.
QMX/gom