Abanico
Comprender el drama griego que avasalló a Richard M. Nixon al hacerse público el espionaje a los demócratas en sus oficinas de Watergate, al conocerse el control establecido en el Salón Oval de la Casa Blanca, mediante grabaciones de audio, requiere pasar por la película en la que David Frost logra que el ex presidente exprese su concepto de violar la ley, cuando el presidente de Estados Unidos es quien lo hace.
Nixon pretendió ampararse en el “privilegio ejecutivo”, pero terminó vencido. Renunció.
Barack Obama invoca idéntico procedimiento para que no se haga pública la información del operativo Rápido y Furioso. Pero, qué significa. En Internet encuentro lo siguiente: “El privilegio ejecutivo es un concepto invocado por el presidente de Estados Unidos para no divulgar información que podría comprometer los funcionamientos del Poder Ejecutivo. No hay base constitucional para su uso; algunos presidentes han perdido sus tentativas de invocarlo, incluyendo al presidente George Washington, el primero en utilizar este concepto.
“La justificación para ampararse en él, es que está garantizado por la cláusula de la separación de poderes en la Constitución. Según esta lógica, si se obligara al presidente que revelara cierta información comprometedora por los poderes Judicial y Legislativo, ésta sería una fisura de la separación de poderes. Además, el privilegio ejecutivo también es supuesto de proteger la seguridad nacional y la administración presidencial, asegurándose de que los funcionarios ejecutivos se sientan libres de comunicarse entre ellos y con el presidente, sobre decisiones de importancia para la seguridad del Estado”.
Lo anterior indica que los mexicanos deben preocuparse, y mucho, porque quedan al descubierto certezas que durante meses sólo fueron suposiciones, por lo que el Congreso mexicano deberá solicitar una explicación a su presidente y al gobierno de Estados Unidos.
Si Obama insiste en que no se conozca la información, eso significa que contra todo lo por él asegurado, el presidente estadounidense y Hillary Clinton supieron, en tiempo y forma, del Operativo Rápido y Furioso montado por Eric Holder, pero no sólo eso, también estaban enterados de los destinatarios de las armas y de la casi segura complicidad de las aduanas mexicanas. Es posible también que de la lectura de esos documentos se desprenda que su contra parte mexicana fue avisada oportunamente o, peor, dicho operativo encubierto, se hizo a espaldas del gobierno mexicano.
De ser cierto lo anterior, significa que el contrabando de armas desde Estados Unidos a territorio mexicano tiene un propósito totalmente distinto a lo dicho por los funcionarios estadounidenses que han tratado de explicarlo y justificarlo; se descubre lo que parece ser un secreto a voces: el único, auténtico y verdadero patrón de Joaquín “El Chapo” Guzmán es un atildado red neck que con el narcotráfico, además de servir a sus propios intereses, usa de los recursos para atender las necesidades de su país en materia de seguridad nacional, espionaje y operativos diversos para mantener al subcontinente bajo su control.
TELMEX me deja de nueva cuenta sin Internet. El reporte es: 5472785. Argumentan, otra vez, no saber qué pasa, pero no lo reinstalan.