
Guadalupe Torrentera, la muñequita del corazón de Pedro Infante
El crecimiento económico mundial se encuentra en riesgo, por las muchas decisiones tomadas por el presidente Donald Trump durante las últimas semanas. Desde el alza de aranceles por la disputa comercial entre Estados Unidos y China, pasando por la caída en las bolsas de valores, hasta la depreciación del dólar.
Los mercados internacionales están temerosos del estado de ánimo del presidente norte americano, lo que puede poner en mayor riesgo a las economías mundiales. Lo que hemos visto hasta ahora, es una guerra comercial arancelaria, que se orienta intencionalmente hacía el debilitamiento comercial de aquellas economías que no se encuentren preparadas para comerciar con Trump.
Las previsiones de crecimiento para este año anticipan una disminución en el PIB de Estados Unidos pasando de 2.4 por ciento al 1.7 por ciento. En tanto China, tuvo un crecimiento económico del 5 por ciento el año pasado y este 2025 se prevé un ligero aumento al 5.1 por ciento.
La economía norte americana está viviendo un retroceso económico con implicaciones directas en otros países como Brasil que crecerá un 1.8 por ciento, Colombia 2.4 por ciento, Chile 2.1 por ciento y México 1.2 por ciento.
Sin embargo, la guerra comercial entre China y Estados Unidos, lejos de contenerse se encuentra en su pico más alto de confrontación. Ambas naciones se han impuesto aranceles que van del 245 por ciento a importaciones Chinas que ingresan a EUA. Y del 125 por ciento a las provenientes de EUA que ingresan a China.
¿Quién gana y quién pierde? Estados Unidos ha sido la economía más fuerte del planeta los últimos 50 años. Sin embargo, la obsolescencia, la ausencia de capital humano, los altos costos de producción y la alta burocracia regulatoria, han generado que una gran parte de su industria manufacture sus productos fuera de la Unión Americana. Eso está generando una desaceleración económica que no le permite crecer más allá del 3 por ciento durante los próximos años.
Por su parte China, la segunda economía mundial, acompañada de un puñado de países del sud este asiático (India, Vietnam, Indonesia, Filipinas y Malasia), se consolida como la región de mayor crecimiento mundial.
Su tecnificación, bajos costos de producción y aminoramiento de la burocracia ha transformado a esos países en los mercados del futuro. Aún con la imposición arancelaria impuesta por Donald Trump, la región del sudeste asiático ha sabido prepararse para convertirse en la segunda economía mundial a partir de una estratégica especialización, tecnificación y fuerza de producción.
Todo ello ha sido posible, no a partir de la separación entre naciones, sino de la unión y cooperación regional. Para fortalecer y especializar zonas de producción de tecnología, agricultura, energéticos y maquila.
México tiene una enorme posibilidad de éxito a partir de las reformas estructurales anunciadas en el Plan México. La presidenta Claudia Sheinbaum retoma con liderazgo esta semana aspectos importantes para la negociación: la reforma a la Ley de Telecomunicaciones, la Ley de Adquisiciones y la nueva Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos y Corrupción. Además de anuncios importantes por parte de grandes empresas como grupo Modelo, que incrementarán su inversión para los próximos años.
Moisés Bailón Jiménez. Es Maestro en Derecho Electoral y Procesal por la Benemerita Universidad de Oaxaca.