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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de julio de 2016.- La hepatitis viral se ha convertido en la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo, matando a más personas en un año que el Sida, la tuberculosis o la malaria, de acuerdo con un estudio científico sobre el tema, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
Las muertes por infección, enfermedad hepática y cáncer causados por el virus se incrementaron en un 63 por ciento, con 890 mil casos en 1990, a 1.45 millones en 2013, según una revisión de los datos proporcionados en 183 países.
En comparación, en 2013 se registraron 1.3 millones de muertes por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), 1.4 millones de tuberculosis y 855 mil de malaria, según el informe publicado en la revista médica The Lancet.
“Mientras que las muertes por muchas enfermedades infecciosas –tales como la tuberculosis y la malaria– han caído desde 1990, las muertes por hepatitis han aumentado”, señaló Graham Cooke, del Departamento de Medicina del Imperial College de Londres.
La hepatitis es una inflamación del hígado, a menudo causada por un virus, pero a veces por abuso de drogas o alcohol, y otras infecciones, o enfermedades autoinmunes. Hay cinco tipos principales, conocidos como A, B, C, D y E.
Los síntomas incluyen fatiga, ictericia y náuseas, sin embargo, en muchas personas la infección es asintomática y, por lo tanto, una persona puede no saber que está infectada hasta que se desarrollan complicaciones graves.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los tipos A y E se transmiten normalmente a través de alimentos o agua contaminados, mientras que B, C y D usualmente se debe a contacto con los fluidos corporales de una persona infectada.
Se estima que un 95 por ciento de las personas son conscientes de su infección, aunque el tratamiento de la hepatitis B y C puede prevenir el desarrollo de la enfermedad hepática crónica.
El 96 por ciento de las muertes por hepatitis contados en la revisión fueron causadas por los tipos B y C, según los investigadores. La mayoría de las muertes ocurrieron en el este y el sur de Asia.
“Tenemos herramientas a nuestra disposición para tratar esta enfermedad, tenemos vacunas contra la hepatitis A y B y tenemos nuevos tratamientos para la C”, para el cual no existe una vacuna, sostuvo Cooke.
“Sin embargo, el precio de los nuevos medicamentos está fuera del alcance de cualquier país –ricos o pobres–”, añadió al presentar el estudio realizado en forma conjunta con la Universidad de Washington, Estados Unidos.
El estudio, codirigido por científicos del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, encontró que las muertes por la hepatitis viral fueron mayores en los países de altos y medianos ingresos que en los países de bajos ingresos.
La revisión concluyó con un llamado a un cambio en las estructuras de financiación para “permitir respuestas eficaces en personas de bajos ingresos y los países de ingresos medios bajos”.