Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
Las leyes y la legalidad son motivo de preocupación en el país, si algo no se puede controlar a través de la civilidad, no funciona o deja de hacerlo, lo primero que piensan los diputados, es regularlo mediante una ley y así, suponen, todo se soluciona. Se han votado leyes controvertidas como la que prohibía vender cerveza fría o publicar memes, otras que en pleno siglo 21, nos ponen frente al espejo de qué clase de sociedad somos, como los casos de violencia política de género y otras muchas acciones que debimos haber abandonado hace años.
Debido la necesidad de regular nuestros comportamientos e incluso defendernos de nosotros mismos, la tarea de los legisladores es de primordial importancia, ellos hacen reglas que ayudan a que todos entendamos que nuestra convivencia debe ser más armónica, madura y lógica; en algún momento estas leyes formarán una mejor sociedad mexicana.
Pero, resulta que la actual LXV legislatura, al menos en su primer periodo, solo ha votado cuatro leyes nuevas, las demás votaciones han sido cambios en la administración pública, las dos importantísimas leyes de presupuesto y tres ratificaciones a un cargo. Lo que más se discute en el Palacio Legislativo de San Lázaro – es un decir- son las efemérides, el recuerdo de algún hecho histórico, sin duda importante, pero que no trasciende más allá de la anécdota del día. Por eso muchos han empezado a llamarla la “Legislatura de la Efeméride”.
Es difícil discutir en la Cámara de Diputados, entre otras, por una razón muy singular, la falta de diputados, puso el ejemplo la diputada de morena, Sandra Simey Olvera Bautista quien propuso en tribuna que a los diputados, igual que a cualquier trabajador en el país, se les descuente el día a la primera falta que tengan. Ella misma presentó su iniciativa con un pleno casi desierto.
Varios diputados se han quejado que debido al acuerdo que
tuvieron al iniciar la legislatura para evitar el Covid las sesiones son
semipresenciales; si el propio Presidente de la República convocó a una reunión
masiva en el zócalo donde el uso del cubrebocas, era opcional, ¿Por qué los
diputados no pueden, con medidas sanitarias, discutir de manera presencial, en
su propia casa? Si las sesiones son a distancia, ¿por qué no se proyecta en las
pantallas de la cámara que diputados, están conectados siguiendo la sesión?
Aún faltan dos semanas para que se acabe este periodo y aún faltan cuatro
periodos más para que se acabe la legislatura, es posible que se aprueben
muchas leyes trascendentes para el país, pero como van las cosas no se buscará
hacerlo con el recurso más importante de la vida parlamentaria, discutir y
ponerse de acuerdo, sino a través de la coerción, usando acuerdos opacos,
buscando “comprar diputados” o amenazándolos a través de investigaciones,
incluso tratando de avergonzarlos. Y lo que no se logre de esta manera, causará
que siga habiendo una especie de freno legislativo.
Cuando se pregunta a los diputados por qué no se discuten y votan más leyes unos a otros se acusan de que no pueden ponerse de acuerdo, otros acusan al presidente Obrador o a los asesores legislativos de “la mayoría” que, como sí se presentan a trabajar, son los que toman el control de las comisiones. Un miembro de la Junta de Coordinación me dijo: “Ya se acabó el año, hombre, ya vámonos a festejar las posadas, la navidad y la cena de fin de año”.