Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Llueve y hace frío hoy en Jerusalén, en el día más corto del año del hemisferio norte. El pronóstico indica que el tiempo mejorará en los próximos días y que no habrá nieve ni en esta ciudad ni en Belén. Así, los turistas podrán visitar los santos lugares del cristianismo diseminados por todo el país y participarán en la Misa del Gallo que se celebrará en Belén y Nazaret, los centros más relacionados con la Navidad, llevando sólo un abrigo.
Tanto en Israel como en los territorios que administra la Autoridad Nacional Palestina, se espera que los peregrinos puedan satisfacer sus necesidades espirituales en el lugar en el que nació el Cristianismo en paz y alegría.
Cabe destacar que el período festivo en Tierra Santa comienza con la Navidad católica el 24 de diciembre porque el 25 de diciembre es el día de fiesta marcado por los católicos y los protestantes que pertenecen a la iglesia occidental pero que también los seguidores de las iglesias orientales ortodoxas, rusos, griegos, serbios y otros, la festejan el 6 de enero. En Jerusalén, la comunidad armenia sigue el calendario juliano, que hace que Navidad sea celebrada por ellos recién a mediados de enero.
La Basílica de Natividad de Belén, es de propiedad de las comunidades ortodoxa griega, ortodoxa armenia y católica romana. El cuerpo principal de la basílica, incluida la nave, los pasillos, el coro y el santuario, el crucero sur y el Altar de la Natividad en la gruta pertenecen a la Iglesia Ortodoxa Griega. La Iglesia Ortodoxa Armenia tiene la propiedad del crucero norte y el altar en ese lugar. Tiene también el uso en algunas ocasiones del altar ortodoxo griego de la gruta. La Iglesia Latina (católica romana) tiene la propiedad exclusiva del Altar de la Adoración de los Reyes Magos en el área de la Gruta de la Natividad, conocida como “la Gruta del Pesebre”.
La Iglesia del Santo Sepulcro es compartida por distintas confesiones cristianas: católicos, ortodoxos griegos, armenios, coptos y ortodoxos etíopes. El resultado de este reparto es que cada cual se hace responsable de su zona y que quien llega por primera vez a la iglesia se desconcierta y tarda en comprender qué sucede allí. Es el reflejo del mosaico de sociedades en las que se divide el cristianismo y que se encuentran en la zona hace centenares de años, no siempre en convivencia pacífica.
En los barrios judíos y musulmanes (y de las minorías drusas, y samaritanas, y…) la fecha pasa casi desapercibida. Pero los barrios en los que hay predominancia de cristianos las calles con adornadas con colores y luces en forma parecida a lo que se ve en México o cualquier país de occidente. Se ven arbolitos en las ventanas y jardines, guirnaldas y flores en las puertas. El comercio se reactiva y se oyen misas en las iglesias. Los hoteles ofrecen cenas festivas y los amigos se reúnen en sus hogares.
Según el padre franciscano Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa, “En Tierra Santa viven 170.000 cristianos entre ortodoxos, católicos y otras confesiones frente a los casi tres millones y medio de musulmanes y cinco millones setecientos mil judíos… pero el número de cristianos disminuye continuamente”. Uno de los principales motivos de la persecución que sufren los cristianos en esta zona es que los musulmanes relacionan el Cristianismo con Occidente. Para ellos Occidente, es decir, los cristianos, son los culpables de la guerra o de enriquecerse con su petróleo mientras ellos se empobrecen. Además tienen miedo de que acaben con su sistema teocrático y que impongan su moral. Ante esta situación tan complicada, los cristianos trabajan por encontrar una solución. El padre Pizzaballa, está preocupado también por las relaciones entre los judíos y los cristianos que adjudica a un ambiente de ignorancia. Particularmente después que vándalos quemaron una puerta del monasterio trapense de Latrún, en las afueras de Jerusalén, y dejaron grafitis ofensivos.
Las sospechas han caído sobre el mismo grupo de extremistas judíos que cometieron previamente ataques contra mezquitas e incluso bienes del ejército israelí, pero, que no habían visto hasta ahora un blanco de sus agresiones en los espacios cristianos. El padre Pizzaballa observa que en Palestina y especialmente en la ciudad de Gaza, los cristianos apenas tienen fuerza y representación en la vida civil. “Como cada vez tenemos menos visibilidad pública, para los musulmanes somos una realidad cada vez más lejana y artificial. También movimientos islámicos transnacionales influyen en la comunidad musulmana en Tierra Santa, especialmente en Gaza, y hacen que no sea fácil la vida de los cristianos allí. Pero no hay que generalizar. En Gaza no hay persecución directa contra los cristianos”. Buscando un sitio donde todos sus derechos sean reconocidos y una vida más fácil, muchos de los cristianos deciden abandonar la zona. “El conflicto entre Israel y Palestina influye especialmente a las minorías menos protegidas, sobre todo en los cristianos. Este conflicto hace que muchos cristianos se vayan del país buscando una situación mejor que la que tienen en Tierra Santa”. “Los cristianos que emigran no son los más pobres, sino los de clase media. Los profesores, abogados, pequeños empresarios, comerciantes… Por lo que la presencia cristiana es cada vez menos visible en la vida pública del país”.
Sin embargo el número de cristianos que llegan a la zona en peregrinación aumenta todos los años y no sólo en esta época. La fecha más importante para los peregrinos es en la Semana Santa. En Belén se han construido en los últimos años cinco nuevos hoteles para peregrinos que se suman a la gigante red hotelera de Jerusalén. En estos días ya se ven los grupos organizados recorriendo el país y gozando de sus espacios históricos.
El Padre Pizzaballa, habla de la situación “incomparablemente mejor de los cristianos en Israel, viendo lo que ocurre en los países de alrededor”. Por su parte, el Patriarca Ortodoxo Griego Theófilos, habla de la buena relación con el Estado de Israel. Al preguntársele cómo se siente, como cristiano, en Israel, sonríe ampliamente, señalando que “judíos y cristianos no se conocen lo suficiente, hay mucho que hacer aún al respecto”. Monseñor Fouad Twal, el patriarca latino de Jerusalén, dijo que los líderes religiosos están “perplejos” por la compleja situación en el Oriente Medio. “Nos enfrentamos a tantas preocupaciones y problemas”, dijo, cuando la gente quiere “más estabilidad y democracia”. “La alegría de la Navidad se ve ensombrecida por la violencia en Siria. Estamos llenos de compasión por las víctimas” – expresó en su mensaje, señalando que la Iglesia católica en Jordania ha estado ayudando activamente a los 250.000 refugiados sirios. También marcó que – a diferencia de la comunidad cristiana en la Ribera Occidental, donde la emigración “parece estar desacelerándose” – en Gaza, el número de cristianos disminuye cada año. Este año hay un poco más de 1.330 cristianos que viven en Gaza, dijo. El patriarca Twal señaló que la diócesis en Tierra Santa, ha dado la bienvenida a muchos inmigrantes, en referencia a los numerosos refugiados, principalmente africanos, y a los inmigrantes y solicitantes de asilo en Israel, algunos de los cuales han entrado a Israel a través de Egipto en los últimos años. “La Iglesia se siente muy cercana a estos fieles y no duda en levantar la voz cuando estas comunidades se sienten atacadas”, dijo.
Pero, para la absoluta mayoría de los peregrinos y turistas estos problemas no son conocidos. No les alterarán su goce de la historia y su vivencia espiritual irrepetible en ningún otro lugar del planeta.
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