Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
El Diablo
Obligación de todo reportero que se preciara de profesional era conseguir la nota de ocho, y si era exclusiva mejor.
La crisis del petróleo de 1973-1975 puso a temblar al mundo. México tiene petróleo para 100 años y más, apareció la noticia en el periódico El Nacional.
Recuerdo que busqué quién me podría dar información al respecto y triangulé al responsable de estas investigaciones en el Instituto Mexicano del Petróleo.
Todo fue invitarle unas copas y grabar la entrevista. Las consecuencias de esta noticia, que por alguna razón no consultó el director del diario con Bucareli o si lo hizo no le dieron importancia, fue la temprana llamada del Presidente Echeverría al licenciado Carrillo Marcor. El as bajo la manga que tenía para negociar se le había caído.
El amigo del IMP sufrió un cáncer fulminante de estómago que lo llevo a la tumba en escasos dos meses. Más adelante, la devaluación de 1976. Años más tarde, López Portillo, que quiso jugar por la libre en la economía petrolera internacional, pregonaba que con tanto oro negro tendríamos que ir aprendiendo a administrar la abundancia.
Lo que no sabíamos es que llegarían los harvarianos que piensan y hablan muy bien el inglés y nos hicieron creer que no teníamos ni una cubeta en los Veneros del Diablo.
El diario El Financiero publica la noticia de que el súper yacimiento frente a Yucatán podría ser uno de los más grandes del mundo.
El patrimonio de la nación ha sido entregado a petroleras internacionales y a particulares como la familia Salinas de Gortari y amigos que le acompañan.
El Niño Dios te escrituró un establo
Y los veneros del petróleo el diablo.