Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Clases
La primera revolución social del siglo XX, la mexicana, luchó por la emancipación de los campesinos y de los obreros; algo que se repitió en el movimiento socialista promovido por Lenin, que igualmente incluía sólo a los campesinos y a los proletarios (el martillo y la hoz). En ambos cambios se excluyeron a los burgueses y, en el caso de la clase media, el comunismo lo enmarcó como el sector social de trabajadores que son dueños de sus propios medios de producción.
¿A qué viene el rollo? A que veo con decepción cómo las nuevas generaciones han perdido su consciencia social; a que las ideologías han dejado de existir y a que las clases medias –a las que algún día pertenecí- han desaparecido o están a punto de serlo.
George Soros (Budapest 1930) afirma que debe ser terrible tener 20 años hoy; sin ninguna perspectiva, sin ningún ideal, Y agrega: Es curioso, ahora esa edad ya no es la edad más hermosa de la vida.
Los modernos economistas aseguran que los países emergentes están formando clases medias que son, al final de cuentas, las que sostienen al capitalismo; pero al mismo tiempo tan efímeras que no encajarán, y al final de cuentas serán desechables.
En las clases medias de hace unas décadas hay amargura y resentimiento, mientras que las que integran las presentes viven una meritocracia en la que no es suficiente tener una buena educación, ingresos o familia que le apoye, pues tienen miedo a caer, a no tener un futuro. A diferencia de quienes vivimos de promesas los que integran ahora la generación Millennials lo hacen con el miedo. Heinz Bude considera que la clase media actual tiene miedo a la marginación social, a quedarse solo o a caer una vez alcanzada la meta. Viven lost in perfection, añade.
Hasta hace no mucho, la obtención de especialidades, masters, postgrados o doctorados, además de un par de idiomas y el manejo de programas de computación, eran garantía de un puesto permanente en empresas con futuro. Serán los “pobres limpios”, los que acudirán a las tiendas Low cost (bajo costo) como Zara, Mc Donald’s, Home depot, Wal-Mart, etcétera.
Pero no parará ahí el problema pues hay altos niveles de informalidad en el país, outsourcing, trabajos freelance y baja cultura sobre el retiro. Ellos no cotizarán para una pensión decorosa –de supervivencia- especialmente cuando se supone que las Afores son un fraude más (como el Fobaproa, el Ipae y otras) para financiar a los pobres banqueros.
La crisis no ha hecho más que empezar y será largo y duro el proceso, mientras la clase media en nuestro país casi desaparecerá pues dejará de ser necesaria para el cumplimiento de los objetivos económicos de las élites de poder.
Las generaciones que nacieron hasta los 60’s todavía saborearon las mieles y la época de vacas gordas. Tócales viajar, disfrutar la vida, comprar, beber y comer hasta el hartazgo. Hoy, los egresados de las universidades, públicas o privadas, se encuentran atrapados en la temporalidad de por vida; irán desengañándose de encontrar algo mejor a medida que envejecen.
Vivimos el triunfo de la producción capital, que aparentemente está en crisis, pero que en realidad se aprovecha de la crisis para dar el empujón final a las últimas, y pocas, certezas de los trabajadores, afirman analistas.
Hace casi veinte años, retomando algunas ideas del libro “El horror económico” de Viviane Forester, externaba mi preocupación por los millones de profesionistas en el mundo que no encontrarán trabajo, que serán inempleables o que a los 35 años estarán considerados en el rango de los desechables.
Asistimos a la transformación del estado de bienestar al estado de malestar.
Despedida
Adiós clase media…adiós