
Teléfono rojo
La Ciudad de México, corazón político del país
La Ciudad de México ha sido históricamente la centralidad política de todo el país, el principal escenario de los acontecimientos nacionales y sobre ella recae una doble significación político territorial con implicaciones a nivel nacional por ser sede de los 3 poderes de la Unión y lógicamente una dinámica propia de orden local.
Mientras el régimen neoliberal y la consolidación del bipartidismo de facto establecido por PRI y PAN en el gobierno federal que comenzó con el fraude de 88’, la Ciudad de México representó paralelamente el crecimiento de una oposición a ese régimen en el orden nacional y la articulación a nivel local de un movimiento social y político.
En la década de 1980 hubo un aumento en la movilización y la organización social de las y los ciudadanos del entonces Distrito Federal, eventos como el sismo del 85’ guardan relación con el crecimiento de expresiones sociales y políticas que lograrían en 1986 ciertas concesiones a nivel local como la creación de la Asamblea de Representantes y posteriormente la creación de un gobierno local (ejecutivo y legislativo electos democráticamente) con la reforma política de 1996.
Por primera vez desde 1928 cuando Álvaro Obregón abolió el régimen municipal en la capital del país, 1997 trajo la elección de representantes a la asamblea legislativa y del titular del ejecutivo local, Cuauhtémoc Cárdenas. Desde la Ciudad de México era clara la oposición al régimen neoliberal, un movimiento antagónico que se consolidaba con la elección de Andrés Manuel López Obrador como Jefe de Gobierno en el año 2000.
Desde su toma de protesta en el Palacio Legislativo de Donceles, López Obrador advertía la importancia de su triunfo no sólo a nivel local, sino como la germinación de una semilla a nivel nacional, la gestación de un movimiento antagónico a políticas neoliberales que con recursos públicos llevaron a cabo el supuesto rescate de privados como el FOBAPROA.
Aquel 5 de diciembre del año 2000 Andrés Manuel le dijo a la cara a Vicente Fox que este movimiento defendía un proyecto de nación alterno, y rechazaba la trampa de llamar populismo a lo poco que se destina del gasto público en materia social, un movimiento que tampoco aceptaría la privatización de la energía eléctrica ni del petróleo, 13 años antes a la reforma energética de EPN.
El gobierno de AMLO tuvo importantes logros en materia económica como un crecimiento de más del 5% para el año 2006, la atracción más grande de inversión extranjera en los 4 jefes de gobierno y el menor monto de deuda pública hasta entonces. Además de ello impulsó programas sociales para adultos mayores, madres solteras y estudiantes. La creación de UACM, un proyecto de universidad pública incluyente y un sistema de preparatoria local. Logró hacer de la Ciudad de México, la ciudad de la esperanza en un futuro mejor para todo el país.
López Obrador anunció que el nuevo gobierno asumirá la responsabilidad económica en materia de inversión para los programas sociales de la Ciudad de la Ciudad de México, ya que ahora es una política federal, lo que permitirá liberar recursos al Gobierno de Claudia Sheinbaum que devolverá la esperanza a la Ciudad de México innovando para lograr el equilibrio entre el crecimiento económico y la viabilidad de la ciudad con la mejora de las condiciones de vida de cada individuo.