Escenario político
¿Reverdecerá el planeta? (Uno de cinco)
Luego de asumir la presidencia del país más poderoso del mundo, el Werito hizo temblar al universo. De inmediato los intelectuales, así se llaman ellos, ya hicieron sus pronósticos sobre lo que a México, y a las naciones involucradas, les va a suceder.
Adelantan vísperas. Ofrecen soluciones. Olvidaron, por supuesto la advertencia que hacían nuestras abuelas: sacar el paraguas. Por si las dudas…
Que hay nubarrones. Por supuesto. Que truena el cielo, con sus relámpagos. Obvio. Pero aún no empieza a caer la lluvia.
Esperemos que las amenazas amainen. Y que ambos gobiernos, México y Estados Unidos, concilien intereses.
Como seguramente lo harán a fin de mes, ambos mandatarios. Al juntarse, según dicen.
Al igual como esperan hacerlo otros países amigos.
Ante ello consideramos, con justa razón presentar hechos concretos del pasado, ante amenazas.
Un colega, José Antonio Aspiros Villagómez, ya lo hizo con mucha antelación. Pero caen como anillo al dedo. No vaticinios de improvisados genios.
En efecto son cinco capítulos de este escritor mexicano que nos permite compartir su trabajo.
Aspiros Villagómez nos imbuye en el despertar del mundo. Y nos guía, en su prosa experta, por los vericuetos de la vida real. No imaginaria. Es un trabajo editorial, como hemos hecho nosotros, coleccionable. Ya los ha publicado. Pero muchos no los disfrutaron. Por ello, ante el reclamo de amigos, lo hacemos nosotros.
(*Transcrito del libro ‘25 años en la información’, editado por Notimex y Grupo Desea, primera y única edición, 1994, México, DF. Con copyright del autor, para el texto)
Hace 25 años
Alcanzada relativamente en 1992 la extinción de la guerra fría, el restablecimiento de las soberanías nacionales, el pretendido «nuevo orden mundial» que pregonó el presidente estadunidense George Bush, y la más que difícil transición de los antiguos países socialistas a la economía de mercado, en ese año se plantearon al mundo nuevos retos.
El «fin de la historia» no fue tal o, por lo menos, acabó una historia, pero comenzó otra que, por cierto, no carecía de vasos comunicantes con el pasado.
LA GUERRA DEL SIGLO XXI
En el marco conceptual de la «aldea global» emergente, se yuxtapuso el fenómeno de los grandes bloques económicos como la Comunidad Europea, la Cuenca del Pacífico y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La negociación de este último concluyó precisamente durante 1992.
Estos megamercados, que se perfilan como los contendientes de la guerra del siglo XXI, tendrán que coadyuvar a superar el desafío de la salvación del planeta, amenazado lo mismo por sus industrias no ecológicas, que por la depredación a que la pobreza obliga en el tercer mundo.
BALANCE DE LOS DAÑOS
Del 3 al 14 de junio tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, dos décadas después de otra reunión semejante, celebrada en Estocolmo, cuyos acuerdos parecen no haber funcionado pues, según datos contenidos en el discurso del presidente cubano Fidel Castro:
«Durante esos (20) años, el mundo perdió 480 mil millones de toneladas métricas de la capa agrícola del suelo; fueron arrasadas 300 millones de hectáreas de bosques; los desiertos se extendieron en más de 120 millones de hectáreas; la producción de alimentos per cápita se estancó o decreció en el tercer mundo; se contaminaron o agotaron incontables fuentes de agua; decenas de miles de especies animales y vegetales se extinguieron».
MUCHOS ACUERDOS, NINGÚN PLAZO
La Cumbre de Río, que reunió a delegados de 178 países -entre ellos más de 100 jefes de Estado o gobierno- aprobó cuatro declaraciones y dos convenciones que contienen la esperanza de la humanidad en materia de reordenación ecológica.
«No tenemos otros 20 años para derrochar», advirtió al final de la ECO 92 el secretario técnico de la misma, Maurice Strong, y manifestó su decepción «por el hecho de que no logramos un paquete de cronogramas» para los 115 programas de acción contenidos en la Agenda 21, aceptada luego de superar muchas divergencias.
«NEGRITO» EN EL ARROZ
Fueron aprobadas una carta de principios -la Declaración de Río- y una Convención sobre Cambio Climático encaminada a frenar -sin compromisos específicos- la emisión de gases causantes del efecto invernadero y del consecuente calentamiento de la Tierra.
También quedó suscrita una Convención sobre Biodiversidad que defiende la transferencia de tecnología no contaminante a los países menos desarrollados. Empero, el presidente Bush se negó a firmar el documento, porque no protege los derechos de propiedad industrial e intelectual de las empresas de su país.
¿DE DÓNDE SALDRÁ EL DINERO?
En conferencia de prensa, el presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari hizo notar que, sin recursos, era difícil acometer el reto del medio ambiente por lo que, además de las fuentes financieras exteriores, cada país debería generar más ahorro interno y presupuestos propios para financiar sanamente sus proyectos ecológicos.
Al respecto, mientras que las siete naciones más industrializadas del planeta evadieron un compromiso a plazo fijo para doblar al 0.7 por ciento de su PNB la asistencia al desarrollo del tercer mundo, la ONU calculó que para cumplir con los objetivos de la Agenda 21 serían necesarios 70 mil millones de dólares al año. En la ECO 92 sólo se establecieron algunos compromisos bilaterales por unos tres mil millones.
«En los últimos 20 años -había dicho Castro Ruz al comenzar la Conferencia- el mundo dilapidó más de 13 millones de millones de dólares en gastos militares. Aún en 1991, rebasada la guerra fría y los peligros de confrontación entre las grandes potencias, el gasto militar alcanzó casi un millón de millones de dólares. Ahí están los recursos para el financiamiento de estos programas».
IGNORARON EL TEMA NUCLEAR
Paralelamente a la Cumbre de Río, tuvo lugar en esa misma ciudad el Foro Global 92, con la participación de miles de Organizaciones No Gubernamentales del mundo entero, para discutir una agenda que incluyó aspectos ignorados por la reunión de la ONU como, por ejemplo, el peligro nuclear y los desechos tóxicos y radiactivos.
Mientras que la esperanza verde quedaba latente, otros sucesos llamaron la atención periodística en 1992, tales como los actos por el V Centenario del Encuentro de dos Mundos, la II Cumbre Iberoamericana en Madrid, el autogolpe de Estado de Alberto Fujimori en Perú, y el Premio Nobel de la Paz a la guatemalteca Rigoberta Menchú.
MISCELANEA FINAL
En México, aumentaron a tres los Estados de la República gobernados por la oposición gracias al triunfo de Francisco Barrio, del Partido Acción Nacional, en Chihuahua. En la capital de Jalisco, una serie de explosiones en el drenaje dejó 160 muertos y miles de heridos o damnificados.
Aparte, fueron establecidas relaciones diplomáticas con El Vaticano; quedó en libertad en Estados Unidos Humberto Álvarez Machain, acusado de complicidad en el asesinato de un agente antidrogas, y se aplazó indefinidamente la ejecución de Ricardo Aldape, un mexicano sentenciado a muerte.
En el aspecto deportivo, el púgil Julio César Chávez derrotó -en una pelea largamente esperada- al boricua Héctor «Macho» Camacho, y el futbolista Hugo Sánchez regresó a la primera división mexicana, tras muchos años de éxitos en España.
Murieron figuras que hicieron historia en sus respectivos campos, como el obispo de Cuernavaca Sergio Méndez Arceo, el político potosino Salvador Nava Martínez y el dirigente alemán de la Internacional Socialista, Willy Brandt. (Continuará)