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Juego de ojos
No te derrumbes
Hace treinta años murió un ícono de la escritura: El argentino Jorge Luis Borges. Para él, modesto y vanidoso a la vez, era mejor leer que escribir. Admite, ciego ya, que asimiló de la lectura de sabios del mundo para dar vida a sus textos.
Estas letras sabias de un gran hombre que reproducimos, sin quitar una coma, son de Jorge Luís Borges de su puño y letra: “No te derrumbes” como sabio legado a la humanidad, diría la doctora Rosa Chávez.
“Me siento, a estas alturas de la vida, casi igual que cuando era joven. Mis propósitos, afanes, preocupaciones, planes, ilusiones, temores, limitaciones, aspiraciones y aficiones tienen, en lo general, las mismas características que en aquellos tiempos.
“Estoy muy lejos de plantear mi felicidad en base a los bienes materiales y sigo siendo capaz de disfrutar lo que tengo sin caer en la desesperanza por obtener aquello de lo que carezco.
“Tengo la fortuna de apreciar y dimensionar lo que me rodea y vivo en armonía con lo que soy capaz de generar por medio de mi trabajo diario.
“Sigo esforzándome diariamente por ganarme el cariño y respeto de mi familia, amigos y compañeros de trabajo, pues siempre he sabido que los amores se mantienen y crecen a la luz de la devoción y cariño con el que se cuidan y bien les hace regarlos frecuentemente con agua del corazón.
“Mantengo vivos mis amores, los pasados y los presentes, porque ellos me dan la energía para seguir caminando.
“Sé que para volar solamente se requiere dar fuerza a las alas de nuestra imaginación y tomar rumbo hasta donde la nada existe.
“Sueño con una vejez acompañada, en donde la mano de ella sea mi guía y donde la mía sea su sostén.
Quiero repetirme en cada acto de quienes buscan una forma digna de vivir y que sus afanes impregnen mi alma para seguir adelante y vivir cada día como manda Dios.
“Quiero tener algún día el privilegio de llegar hasta lo más alto, donde el espíritu tiene su fortaleza y nuestra fe su razón de ser”. Nos fortalecen sus palabras, añadiríamos reverentes.