Descomplicado
Gracias vida
Tengo sentimientos encontrados sobre mi vida. A veces, la adoro. Otras me siento enojado con ella. En ocasiones me vuelve loco. Otras veces, me rompe el corazón. Pero a pesar de todas estas contradicciones, me siento agradecido porque mis luchas diarias forman, son parte del ‘viaje’ y me han convertido en la persona que soy.
Por qué no tomamos un momento para reflexionar sobre tales bendiciones que, sin importar si son grandes o pequeñas, debemos aprender a apreciar. ¡Gracias vida!
Hoy quiero dar las gracias por.
El ‘parche’ en mi ojo derecho. Me hace mirar la mitad. Pero pensar en serio. Y, creemos, más profundo. Como sentir la canción en mi corazón, la sonrisa en mis labios, Y el gozo en mi espíritu.
La fe que me ayuda a mantener la esperanza, cuando la necesito. Como ahora.
Las oportunidades de mostrar paciencia. Nos enriquecen con sabiduría y experiencia.
Los retos, pues me permiten superarme.
La gente especial que camina a mi lado. Y se preocupa, desde lejos.
La risa del niño, El coraje del hombre y la sabiduría de los mayores.
Las riquezas inconmensurables y el bienestar que tengo en mi vida.
Todo el dolor que me convirtió en quien soy hoy.
Todas las lágrimas derramadas que atestiguan la profundidad de mi alma y la purifican.
La fuerza y el coraje para seguir adelante en los tiempos difíciles.
Los bellos secretos de la vida: poder maravillarme con esas pequeñas cosas que son grandes milagros.
El amor de mi vida y la persona que está a mi lado.
El horizonte espiritual que permite que vea más allá de mis intereses.
Mis errores y debilidades que me hacen ser humano.
Damos gracias también por lo que nos ofrece la vida. ¡Porque siempre, de un modo u otro, es maravillosa!
Con altos y bajos.
Todos, necesarios.