El presupuesto es un laberinto
Candidato presidencial
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Con motivo del 90º Aniversario de la designación del General de División Arnulfo R. Gómez, como Candidato a la Presidencia de la Republica por el Partido Nacional Anti reeleccionista, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística llevará a cabo una sesión de conferencias sobre su vida y obra, el próximo Martes 18 de Julio de las 18.00 a las 20.00 horas, en su sede de la calle de Justo Sierra 19, en el Centro Histórico de la ciudad de México. Su nieto, el licenciado Arnulfo R. Gómez García, nos introduce en la vida del divisionario.
Y nos platica que en 1927, a la edad de 37 años, por sus méritos militares, sus aportaciones a la institucionalización, estructuración y modernización del Ejército Nacional, y su conocimiento de la realidad mexicana, el General Arnulfo R. Gómez gozaba de enorme popularidad y gran prestigio. Por haber sido el primero en oponerse a la traición que Obregón realizó al principio de Sufragio Efectivo No Reelección, al querer reelegirse como Presidente, numerosas asociaciones civiles y políticas apoyaron su candidatura.
Señalar que la Plataforma Política del Partido Nacional Antirreeleccionista,publicada el 23 de Junio de 1927 y enarbolada por el General Gómez durante su campaña como Candidato a la Presidencia, incluía numerosas ideas de vanguardia que hablaban del deseo y posibilidad dedesarrollar un verdadero proyecto de país.
Esta Plataforma Política fue elaborada con la participación de numerosos políticos e intelectuales de primer nivel que tenían una larga carrera como luchadores por la democracia y el progreso de México Razón por la que escogieron y apoyaron al General Arnulfo R. Gómez como su Candidato a la Presidencia de la República.
Las ideas expresadas durante la celebración de la Asamblea del Partido Nacional Anti reeleccionista se tradujeron en novedosas propuestas que, posteriormente se hicieron realidad, varias de ellas, con muchos años de retraso y con ciertas distorsiones.
A continuación se incluyen tres propuestas políticas que hoy cobran enorme importancia.
La No Reelección del titular del Poder Ejecutivo Nacional, ideal que había sido alcanzado después de una lucha que costó más de 1 millón de vidas de mexicanos partidarios de la democracia, mismo que fue traicionado por Álvaro Obregón al promover la modificación de la Constitución, en 1927, y legalizar nuevamente la reelección.
Lo sorprendente es que a escaso un año del asesinato del General Gómez y antes de un año de la muerte de Obregón, el propio “Presidente” Calles tuvo que aceptar y señaló en su informe “Presidencial” de 1928, la necesidad imperiosa de la no reelección para la salud de la República, aunque anteriormente, como pelele que Calles era de Obregón, había apoyado y promovido su reelección, dice el licenciado Arnulfo.
En 1933, impulsada por el mismo partido en el poder, fue promulgada una reforma constitucional que dio marcha atrás al atropello a la Constitución promovido como Reforma por el ambicioso Obregón para su reelección a través del Diputado Gonzalo N. Santos. Se reconoció la validez de la causa antirreeleccionista del General Gómez en cuanto al cargo de Presidente de la República, misma que también prohibía la reelección inmediata en el resto de los puestos sujetos a elecciones.
Implantación del voto proporcional como una reforma inmediata para lograr una representación de mayorías y minorías a fin de que todos los matices de la opinión pública estuvieran presentes en los organismos municipales parlamentarios. Se aseguraba así a los diversos partidos políticos y sociales, un número de representantes variable, Reforma que subsistiría en tanto se organizaban los grupos sociales conforme a sus diferentes funciones o actividades como base y preparación de la verdadera soberanía popular.
Elemento que hasta 1977, fue adoptado como piedra angular de la Reforma Política del Estado Mexicano que promovió Jesús Reyes Heroles (Diputados de representación proporcional que en 1927 se proponía fuera de manera temporal.
Inmediata y enérgica acción moralizadora en la Administración Pública mediante la aplicación inflexible de la Ley de Responsabilidades a los funcionarios y empleados que falten al cumplimento de sus deberes, situación que desgraciadamente no ha podido ser lograda.
La corrupción se constituyó en parte esencial de los usos y costumbres de la Administración Pública Mexicana desde 1927, prohijada por Alvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Joaquín Amaro.
Estos tres individuos establecieron las sólidas bases de un régimen antidemocrático de Gobierno que, durante su existencia, mayormente se ha significado por la simulación y la corrupción.
Con lo cual crearon un estereotipo del funcionario de la burocracia mexicana pero, lo peor, es que este estereotipo se ha convertido en un paradigma para muchas personas que entran a trabajar en la Administración Pública Mexicana y que han hecho de este ilegal esquema, su modus vivendi, añadiríamos nosotros.
Conviene señalar que por el acendramiento de estos usos y costumbres, los múltiples mecanismos que se han adoptado para combatir la corrupción han fracasado. Se incluye a la Contaduría Mayor de Hacienda y la Secretaría de la Contraloría, entre otros, motivo por el cual se continúa con la búsqueda de soluciones a este grave problema.
En la instancia más reciente se ha recurrido a crear el Sistema Nacional Anticorrupción cuya implementación no se ha logrado hasta el mes de Julio de 2017. En el que estamos, concluiríamos ambos, don Arnulfo y el que escribe.