Visión financiera/Georgina Howard
Espléndida propuesta
Lo prometido es deuda. Cumplimos, pues.
Pero antes el pronunciamiento del “PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA, SOR JUANA INES DE LA CRUZ”, propuesto por Teodoro Rentería Arróyave, en la sesión-comida calificada al final de solemne, del Club Primera Plana.
El también presidente del Colegio Nacional de licenciados en Periodismo, CONALIPE, expresó ante casi un centenar de asociados al CPP, la espléndida propuesta. Aceptada, por supuesto, unánimemente:
“Exacto a 3 siglos, 66 años y 13 días del nacimiento de Sor Juna Inés de la Cruz, “La Décima Musa”, nuestra propuesta de instaurar el “Premio Internacional de Poesía Sor Juan Inés de la Cruz”, a partir del próximo año en que celebraremos el 367 aniversario de su nacimiento”.
Nuestro presidente, licenciado Luis Uribe Ortega, tuvo el acierto de invitar como ponentes a la reunión, que también fue conceptuada de histórica, al licenciado Juan Carlos Reyes Ramos, director del Museo y Casa de Sor Juana Inés de la Cruz, que se ubica en San Miguel Nepantla. Municipio de Tepetlixpa, Estado de México y al ingeniero Alejandro Ariza Rivero, director del Patronato de dicho monumento patrio”.
Y ahora sí adentrémonos en el ingenio de la musa con tres de sus poemas:
DIME VENCEDOR RAPAZ
Dime vencedor Rapaz,
vencido de mi constancia,
¿Qué ha sacado tu arrogancia
de alterar mi firme paz?
Que aunque de vencer capaz
es la punta de tu arpón,
¿qué importa el tiro violento,
si a pesar del vencimiento
queda viva la razón?
Tienes grande señorío;
pero tu jurisdicción
domina la inclinación,
mas no pasa el albedrío.
Y así librarme confío
de tu loco atrevimiento,
pues aunque rendida siento
y presa la libertad,
se rinde la voluntad
pero no el consentimiento.
En dos partes dividida
tengo el alma en confusión:
una, esclava a la pasión,
y otra, a la razón medida.
Guerra civil, encendida,
aflige el pecho importuna:
quiere vencer cada una,
y entre fortunas tan varias,
morirán ambas contrarias
pero vencerá ninguna.
Cuando fuera, Amor, te vía,
no merecí de ti palma;
y hoy, que estás dentro del alma,
es resistir valentía.
Córrase, pues, tu porfía,
de los triunfos que te gano:
pues cuando ocupas, tirano,
el alma, sin resistillo,
tienes vencido el Castillo
e invencible el Castellano.
Invicta razón alienta
armas contra tu vil saña,
y el pecho es corta campaña
a batalla tan sangrienta.
Y así, Amor, en vano intenta
tu esfuerzo loco ofenderme:
pues podré decir, al verme
expirar sin entregarme,
que conseguiste matarme
mas no pudiste vencerme.
ESTE AMOROSO TORMENTO
Este amoroso tormento que en mi corazón se ve,
sé que lo siento y no sé la causa porque lo siento una grave agonía por lograr un devaneo, que empieza como deseo
y para en melancolía
Y cuando con más terneza mi infeliz estado lloro
sé que estoy triste e ignoro la causa de mi tristeza. »
Siento un anhelo tirano por la ocasión a que aspiro,
y cuando cerca la miro yo misma aparto la mano.
Porque si acaso se ofrece, después de tanto desvelo
la desazona el recelo o el susto la desvanece.
Y si alguna vez sin susto consigo tal posesión
(cualquiera) leve ocasión me malogra todo el gusto.
Siento mal del mismo bien con receloso temor
y me obliga el mismo amor tal vez a mostrar desdén.
VERDE EMBELESO
Verde embeleso de la vida humana,
loca esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños, de tesoros vana;
alma del mundo, senectud lozana,
decrépito verdor imaginado;
el hoy de los dichosos esperado,
y de los desdichados el mañana:
sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por anteojos,
todo lo ven pintado a su deseo;
que yo, más cuerda en la fortuna mía,
tengo en entrambas manos ambos ojos
y solamente lo que toco veo.
Otros versos de Sor Juana Inés de la Cruz. Para otro día.