La nueva naturaleza del episcopado mexicano
Enojarnos con Dios
Carlos Ravelo Galindo, afirma:
A pesar de lo hermosa que la vida puede ser, es cierto que a menudo nos encontramos con momentos de tristeza y soledad.
Todos pasamos por días similares en nuestras vidas, días en donde nos negamos a ver todas las cosas maravillosas que nos rodean y vemos las situaciones o problemas diarios más difíciles y complicados de lo que realmente son.
Pero hoy Bety ,a más de dos años de faltarnos te platico, que la vida quiere darnos algunos mensajes. Recordamos algunos consejos que hemos reunido.
En caso de duda, toma el siguiente paso pequeño. Nadie está a cargo de tu felicidad, solo tú. Lo qué otros piensen de ti no es asunto tuyo. Llorar con alguien alivia más que llorar a solas.
Está bien enojarnos con Dios. Él puede soportarlo.
Respirar profundo. Calmara tú mente. Hacer las paces con tu pasado para no arruinar tu presente.
Si una relación tiene que ser secreta, entonces no deberías estar en ella.
No compares tu vida con la de los demás. No sabes cómo ha sido su camino para llegar allí. La vida es demasiado corta para desperdiciar el tiempo en odio o envidia a alguien.
Lo que no mata, realmente te hace más fuerte. Por ejemplo.
Nunca es tarde para tener una infancia feliz. Pero la segunda oportunidad solo corre por cuenta tuya.
Cree en los milagros. Cuando se trate de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un” NO” por respuesta.
Cada vez que tengas un problema pregúntate:” en cinco años, ¿importara?”
Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo, tus amigos y algunos parientes, familiares, lo harán. Mantente en contacto con ellos.
Siempre escoge vivir. No tienes que ganar cada argumento. Recuerda que puedes estar de acuerdo o desacuerdo.
Olvida lo malo de todos. El tiempo lo cura todo. Date tiempo. Cualquiera que sea tu situación, buena o mala, cambiara.
Dios te ama por lo que eres, no por lo que fuiste o hiciste. Envejecer es una mejor alternativa que morir joven.
Si tiramos nuestros problemas a la basura, y viéramos todos los de los demás, regresaríamos a los nuestros.
Lo que importa al final de la vida es todo lo que amaste.