Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Coincidencia
Inaudito el homicidio de dos sacerdotes católicos en Poza Rica, Veracruz. Y más aún la versión oficial de que “se lo buscaron por andar de fiesta”. Qué barbaridad. Las autoridades ya no saben qué inventar para desligarse de su responsabilidad.
Lo mismo que nuestro mandatario en el extranjero.
En visita a la ONU, reclamó lo que les hacen a nuestros hermanos indocumentados en la USA. Bien. Pero no tardaron en reclamarle que eludió, sin querer, lo mismo que hacemos a los hermanos de Centroamérica y del Caribe. Extorsión, desaparición y todo lo demás. A lo largo de todo México.
Le dan un premio por “su buen gobierno y por la tranquilidad en el país”, pese a que la criminalidad, los robos, los asesinatos, secuestros, va en ascenso. Las finanzas en picada. Confianza no existe y le “piden que renuncie”
Y como afortunadamente, allá, no hubo entrevista con “alguien”, vale la pena narrar esta anécdota que me platicó un experto en salud laboral de México.
Es la charla entre galenos.
El médico Israelita comenta:
–“La medicina en Israel está tan avanzada que nosotros le quitamos los testículos a una persona. Se los ponemos a otra y en seis semanas ya está buscando trabajo”.
El alemán afirma:
–Eso no es nada. En Alemania sacamos parte del cerebro a una persona. La ponemos en otra, y en cuatro semanas ya tienen trabajo.
El ruso relata:
–En Rusia la medicina está tan avanzada que le sacamos la mitad del cerebro a una persona. Se la ponemos a otra y en dos semanas, ambas están en el trabajo.
A lo que el médico del Seguro Social, esos que todo lo saben y si no lo inventan, responde:
–Nada que ver. Nada nuevo. Obsolescencia. Todos ustedes están muy atrasados. Fíjense que nosotros, en el país, agarramos a una persona sin cerebro. Sin corazón y sin yemas. Lo ponemos de mandatario. Y en tres años, medio país tiene hambre y en busca de trabajo.