Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
La oferta
Sin molestar a alguien, les platico un chascarrillo. No tiene que ver absolutamente nada con el gobierno, acaso con las que en él colaboran. Pero a nadie en particular.
Un sacerdote tenía que salir a una emergencia. Puesto que no quería dejar desatendido el confesionario, llamó a su amigo rabino desde el otro lado de la calle y le pidió que le cubriera.
El rabino le dijo que no sabría qué decir en el confesionario.
El cura le dice que se quedara un rato con él y le mostraría cómo se hace el trabajo.
Ambos se encuentran en el confesionario.
Después de unos minutos una mujer entra y le dice: «Padre, perdóname porque he pecado.»
El cura le pregunta «¿Qué hiciste?». La mujer dice: «He cometido adulterio.» «¿Cuántas veces?»: «Tres veces.»: «Reza dos Ave María, deja cinco dólares en el cuadro y no peques más”.
Unos minutos más tarde, un hombre entra en el confesionario y dice: «Padre, perdóname porque he pecado”. «¿Qué hiciste?»: «He cometido adulterio.» «¿Cuántas veces?» «Tres veces.»: «Reza dos Ave María, deja cinco dólares en el cuadro y no peques más».
El rabino le dice al sacerdote que si entendió. El otro afirma que sí. Entonces, el confesor se salió de la Iglesia y se fue.
Unos minutos más tarde, otra mujer entra y dice: «Padre, perdóname porque he pecado.» «¿Qué hiciste?» «He cometido adulterio.» «¿Cuántas veces?» «Una vez».
El rabino le dice entonces: «Puedes cometerlo dos veces más, hija. Tenemos una oferta especial esta semana. Tres por cinco dólares y dos Ave María»
No se rían y menos lloren. Simplemente arrepiéntanse, Y ya no pequen. Amén.