Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
En la Ciudad de México ayer hubo una marcha que está dejando al desnudo a un sistema político que había prometido mucho, y que derrumba sus tesis todos los días, ya que llegó con las expectativas de que era sencillo arreglar una enfermedad enraizada, y se está dando cuenta que se le escapaba la visión completa de la realidad.
Ayer caminó por las calles de México un pueblo decepcionado. Hace 8 años sucedió uno de los episodios más tristes en la historia nacional, 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en Guerrero, fueron interceptados por criminales en Iguala, hasta el día de hoy, se ignora su paradero.
Han pasado muchas cosas desde ese día, sobre todo dejó ver que la política en México llega a ser ridícula, una mala comedia llena de simuladores, repleta de gente mal intencionada y criminal, porque si ya era grave que mexicanos desaparecieran a otros mexicanos, más grave aún que personas que se dicen servidores y defensores de la nación, hayan estado involucrados.
Aquí es cuando deberíamos hacer un alto en el camino, y redefinir conceptos como el de “Traición a la Patria”, si existen autoridades responsables de salvaguardar la integridad de los mexicanos, pero utilizan su poder para asesinar y cometer actos criminales, se debería considerar la más alta traición, y tratarlos como lo que son.
Estoy convencido que deberían darse castigos y sanciones mucho más severas. Deberían existir mecanismos internos de contra inteligencia que realmente funcionen; es decir, que las instituciones sean capaces de controlarse, vigilarse y depurarse, para que los mexicanos podamos realmente confiar en las instituciones de seguridad.
Otra lección nos debe dejar este episodio, es que no podemos seguir escondiendo bajo la alfombra de la ineptitud, los actos criminales del Ejército. Ojalá salgan a la luz los nombres de quienes han sido corruptos, de quienes torturaron y asesinaron, no importa el rango, este tipo de criminales no merecen ni un poco de discreción, hay que evidenciarlos para que sientan la vergüenza de la historia.
Se debe investigar a todas las autoridades, a cada uno de los que puso una palabra en la verdad histórica, a cada policía municipal o estatal, a cada torturado, a los líderes militares, al propio Cienfuegos porque ya sea por omisión o complicidad, podría pasar a la historia como el secretario de la Defensa más corrupto que haya existido.
Ayer marcharon muchas almas rotas, hubo mucha rabia y frustración; 4 padres fallecieron sin volver a saber de sus hijos. Mi corazón está quebrado por los familiares de estos 43 y espero que saber la verdad les puede dar un poquito de paz después de la pesadilla que han vivido y les exhorto nunca darse por vencidos hasta que cada uno de los culpables están tras las rejas.
Pero la verdadera justicia se dará cuando todos nuestros estudiantes puedan ir y venir tranquilos de sus centros de estudio, cuando nuestros jóvenes sientan que tienen oportunidades en un México que parece haberlos olvidado, cuando no exista un solo funcionario corrupto, pero hoy estamos lejos de alcanzarlo.