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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de diciembre de 2019.- En un reporte histórico, la Congregación de los Legionarios de Cristo hizo público un informe sobre el abuso sexual a menores en esa agrupación a lo largo de toda su historia, desde su fundación en 1941 hasta la actualidad.
De acuerdo al informe revelado este sábado, en 78 años desde sus inicios (1941) hasta la actualidad 175 menores de edad han sido víctimas de abusos sexuales cometidos por un total de 33 sacerdotes de la Congregación.
Este número de víctimas incluye al menos 60 menores de edad que fueron abusados por el padre mexicano Marcial Maciel. Los 33 sacerdotes representan el 2.44 por ciento de los mil 353 legionarios ordenados a lo largo de la historia de la Congregación.
Entre estos 33 sacerdotes, 6 han fallecido, 8 dejaron el sacerdocio, 1 dejó la Congregación y 18 siguen en la Congregación. De estos 18, el 100 por ciento está apartado del trato pastoral con menores, 4 de ellos tienen restricciones al ministerio y un plan de seguridad y 14 no ejercen el ministerio sacerdotal público.
En el documento titulado Radiografía de ocho décadas para erradicar el abuso, la Congregación de los Legionarios de Cristo señaló que durante 6 meses una comisión interna verificó las diversas acusaciones de abuso sexual de menores a lo largo de la historia de la Congregación de los Legionarios de Cristo.
Recoge las estadísticas globales de los casos de abusos por parte de sus sacerdotes, entre 1941 y 2019, e incluye un Anexo con los pasos del camino recorrido en la prevención y generación de ambientes seguros que la Congregación ha implementado sistemáticamente desde 2015 a nivel internacional.
Los Legionarios de Cristo expresó que con esto desean dar un paso más al confrontar su historia para conocer y reconocer el fenómeno del abuso sexual de menores y favorecer la reconciliación con las víctimas. Durante el tiempo del estudio se ha contactado a 13 víctimas y se entrevistó con detalle a unos 40 miembros de la Congregación.
«Hemos experimentado que cualquier paso de acercamiento a una víctima es un paso esencial hacia la justicia en la verdad» –afirma el Informe– «y que hacer luz sobre el pasado, por doloroso que sea, es liberador y fundamento indispensable para construir el futuro», asegura. El Informe «condena y deplora» los abusos cometidos, así como «aquellas prácticas institucionales o personales que pudieron favorecer o propiciar cualquier forma de abuso o revictimización». Se espera que este estudio sea también para las víctimas «un signo de nuestro deseo de seguir dando pasos en el camino de reconciliación con cada una de ellas».