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Especial para Quadratín México
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo, (Quadratín México).- El nivel de educación de la mujer es factor importante para disminuir la mortalidad materna, revela un estudio científico, en donde investigadores de Chile y Estados Unidos analizaron los últimos 50 años todos los factores relacionados con la mortalidad materna en Chile, incluyendo la prohibición del aborto.
Publicado en la revista científica Plos One y dado a conocer por organizaciones de la sociedad civil mexicana como el Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia (IRMA); el Centro de Estudios y Formación Integral para la Mujer de Cancún (CEFIM-Cancún) y la Red Pro Yucatán, la investigación revela que la reducción de la mortalidad materna se debe a factores como el incremento del nivel de educación de la mujer y el acceso a los servicios de salud materna.
Chile es el país más seguro de América Latina para que una mujer tenga un hijo, al contar con la tasa más baja de mortalidad materna, dijeron, al agregar que la investigación demuestra, que el descenso de las cifras de mortalidad materna ocurrió en esta nación, donde su legislativo decidió prohibir el aborto bajo cualquier circunstancia.
En 1989 Chile fue criticado por aprobar una de las leyes más restrictivas en materia de aborto y plasmó en su Constitución la protección de la vida del que está por nacer. Sin embargo, esta ley no aumentó la tasa de mortalidad materna en el país, como se predijo, ya que ésta siguió disminuyendo año tras año hasta llegar a una reducción de más del 90 por ciento.
Los investigadores de Chile y Estados Unidos encontraron que “un mayor nivel educativo de las mujeres las capacita para una mejor utilización de los recursos de salud materna existentes, incluyendo personal entrenado para el parto, lo que directamente conduce a una reducción en su riesgo de muerte durante el embarazo y el parto”.
La investigación “Women’s Education Level, Maternal Health Facilities, Abortion Legislation and Maternal Deaths: a Natural Experiment in Chile from 1957 to 2007” (Educación de la Mujer, Servicios de Salud Materna, Legislación del Aborto y Muerte Materna, un experimento natural en Chile entre 1957 y 2007), publicada en la revista científica Plos One, tomó en cuenta estadísticas que comprenden 50 años de análisis (de 1957 a 2007) y comparó la situación en ocho países.
En entrevista el doctor Elard Koch, director del Instituto de Epidemiología Molecular, epidemiólogo del Departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina y autor principal del estudio, explicó que un grupo de epidemiólogos de la Universidad de Chile, la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill en Estados Unidos y la Universidad Católica chilena analizaron en datos oficiales los factores que podían estar relacionados con la mortalidad materna como años de educación, ingreso per cápita, tasa de fertilidad global, orden de nacimiento (si es el primer o segundo hijo); suministro de agua potable, alcantarillado y atención del parto por personal entrenado.
Asimismo, se tomó en cuenta el efecto de políticas sobre la mortalidad materna, como intervenciones históricas educacionales y de salud materna, así como la legislación que prohibió todo tipo de aborto en Chile.
Al respecto, el epidemiólogo Koch sostuvo que “como materia de hecho científico en Chile la prohibición del aborto no incrementa la mortalidad materna. Es una materia de hecho científico en Chile, es el primero estudio que evalúa realmente el impacto de la prohibición del aborto y que muestra con hechos objetivos y datos objetivos de alta calidad que si se prohíbe el aborto en un país no va a tener ninguna influencia sobre la mortalidad materna en general y también sobre la mortalidad materna por aborto”.
Y es que, agregó, el grueso de las causas de mortalidad materna como la eclamcia, hipertensión, etcétera, no tienen relación con el aborto.
Así, “la conclusión más importante del estudio es que observamos primero que la reducción de la mortalidad materna se debe a factores como el incremento del nivel de educación de la mujer, como acceso a los servicios de salud materna”, dijo el doctor Koch al agregar que la educación hace que la mujer cuide más su salud y tome conciencia del embarazo.
Y es que a diferencia de 1957 cuando el promedio de estudio era de 3.5 años en las mujeres chilenas en edad reproductiva (15 -49 años), actualmente es de 12 años de escolaridad. En este periodo la mortalidad materna se redujo de 270 muertes a 16.5 por cada mil nacidos vivos, lo que representa un descenso del 93.8 por ciento.
Esta disminución ubica a Chile como un modelo a seguir en lo que a mortalidad materna. “Proponemos que estas estrategias diferentes a las implementadas en otros países pueden actuar de manera sinérgica y con rapidez para disminuir las muertes maternas en el mundo desarrollado”, dijo el especialista.
Lo anterior, demuestra que el camino es seguir las variables que influyeron en el progreso chileno, en las que se encuentran además del nivel educativo de las mujeres, acceso universal a la mejora de la salud materna, factores como atención por personal de salud calificado, nutrición complementaria para embarazadas y sus hijos en centros de atención primaria y secundaria, unidades de emergencia obstétrica, así como agua potable y alcantarillado entre otros.
Hasta antes de 1990 las causas atribuibles a las muertes maternas en Chile eran casi todas de origen obstétrico y complicaciones por el parto, como hemorragias, obstrucción del parto, placenta previa o la incompatibilidad entre la madre y el bebé. Sin embargo, se produjo un cambio y actualmente el 40 por ciento son por causas indirectas como la diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
En el estudio, México se ubicó en el noveno lugar con 57 muertes de madres por cada 100 mil nacidos vivos.
Cabe destacar que PloS One, es publicada por la Public Library Science (PloS) estadounidense.
El estudio completo se puede encontrar en la siguiente dirección (http://dx.plos.org/10.1371/journal.pone.0036613).
Qmex/fsf/