
Visión financiera
Boff, encíclica ambiental y las contingencias
En horas oscuras y contaminadas de la Ciudad de México, con la cuarta contingencia ambiental por ozono en lo que va del año, viene a la memoria el ecologista y ex sacerdote franciscano Leonardo Boff que de vez en cuando nos visita. El fue colaborador de la encíclica del papa Francisco, Laudato Sí, que toca el tema de la contaminación terrestre. Apenas hace unos días, salió a la luz un artículo suyo sobre el Día internacional de la tierra y todavía con el papa Francisco con vida. En ese artículo leímos como se refiere al pontífice argentino con el que colaboró, en el que éste daba a conocer su postura acerca de la tierra y la necesidad imperiosa de cuidarla y protegerla. Boff ex sacerdote franciscano nacido en Brasil, de gran reconocimiento mundial, ha tenido contacto en México con los familiares de los desaparecidos en el país. Es importante señalarlo cuando el tema es asunto de todos los días y ha llegado a proceso legislativo.
EL ECOLOGISTA BOFF, COLABORÓ CON BERGOGLIO EN LA ENCÍCLICA LAUDATO SÍ
A propósito de las buenas expresiones de Boff sobre el argentino Jorge Mario Bergoglio, se recuerda que él fue uno de los muchos censurados de aquel otro papa, el anterior a Francisco, Joseph Rátzinger. Boff es uno de los baluartes de la Teología de la Liberación, doctrina que se canceló por ordenes del papa Juan Pablo II. En 1985, Joseph Rátzinger, apoyado por las políticas conservadoras del propio Juan Pablo, quiso callar a Boff, pero dicen que él respondió como Atahualpa Yupanki, “la voz no la necesito, se cantar hasta en el silencio”. En este momento su presencia sería importante en México, convertido en una personalidad de la ecología integral, postura que asumió el propio Francisco, con quien Boff colaboró como señalamos, en su encíclica sobre el tema Laudato Sí’. Fue invitado en la anterior década, para que abordara precisamente el grave problema ambiental. Y que mejor lugar para hacerlo, que en una capital que ahora mismo enfrenta en pocas semanas cuatro fases de contingencia y que pese a las medidas tomadas permanece gris, enfermiza, sin que otro sector contaminante, el industrial, haya sido tocado.
JOSEPH RÁTZINGER EL PAPA DE LA INQUISICIÓN, CENSURÓ A LEONARDO BOFF
Boff fue de los religiosos que junto con Frei Betto y la pléyade de obispos y arzobispos brasileños, abrazaron la Teología de la Liberación en tiempos en el que el anticomunista Karol Woityla aparecía en escena como papa, con la intención de aniquilar a los países comunistas e imponer posiciones coincidentes con el neoliberalismo de los países poderosos. Su brazo derecho Rátzinger, el papa renunciado Benedicto XVI, también ya fallecido, y en su momento continuador de la Inquisición a través de la Congregación para la Doctrina de la fe, se convirtió en el verdugo de los teólogos progresistas entre ellos Boff, y los condenó al silencio en puniciones que fueron conocidas a nivel mundial. Boff aceptó por un tiempo la censura, pero al ser sometido a principios de los años noventa a una nueva sanción, decidió renunciar a su sacerdocio, incursionar en la vida laica y desarrollar el ecologismo en el que se ha convertido en uno de los grandes teóricos del mundo.
BOFF: LA TIERRA PUEDE SER RESCATADA CON LA PARTICIPACIÓN DE TODOS
La obra de Boff, Ecología, grito de la Tierra y de los pobres (Lumen Argentina 2013, entre muchas editoriales), ha dado la vuelta al planeta, tiene plena vigencia y fue abordada en su visita de aquella década ante la presencia de infinidad de organizaciones, defensores de la tierra, familiares de los desaparecidos, víctimas de feminicidio, migrantes y pueblos originarios. Se dio también, un dialogo con representantes de pueblos, movimientos y comunidades en defensa de nuestros territorios. El libro en el que Boff concentra sus posiciones, deviene de muchas propuestas teóricas, de científicos y ecologistas de todo el mundo y en el hace un planteamiento global sobre lo que es la ecología, no como un tema más, sino como un saber de saberes, porque involucra a todos los seres humanos, a la naturaleza y al mismo universo en el que estamos inmersos. El activismo científico de Boff, maestro de universidades, exhibe en un principio la situación por la que atraviesa la tierra, enferma y menguada, más en las zonas pobres y en el acontecer de las otras especies, que en este momento se extinguen a razón de una por día. La situación es catastrófica y puede ser irreversible. Entre las soluciones –señala 10 en un resumen de 26 páginas de su libro de más de 200–, concluye sobre la necesidad de un nuevo paradigma que interrelacione todo lo que nos involucra y a partir de ese concepto integral dar la lucha por el rescate de la tierra.