Libros de ayer y hoy

Agresión a Irán. Guerra mundial en curso

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Desmintiendo su propia aseveración de esperar dos semanas para el rendimiento de Irán, Donald Trump ya atacó fundamentales objetivos nucleares de ese país. Y flamante en sus poderío, dijo que ahora si iniciará la paz. Si Irán se rinde desde luego.

Lo que a partir de ahora será difícil obtener ante la reacción de otros países. La postura de Vladimir Putin acerca de una posible guerra mundial, la más cercana entre las muchas preocupaciones que se han expresado, se está convalidando.

El gobernante ruso tiene no solo en su conocimiento y su cercanía de los acontecimientos una muy cercana posibilidad de esa catástrofe.

Y desde luego el que la iniciaría es el presidente de Estados Unidos ya adelantado por su vasallo Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. Ya vimos a éste en sus primeros ataques a Irán, cuando se ocupaba en devastar lo que queda de Gaza.

Ahora desplazado por Donald Trump, el que quiere ser amo del mundo y al mismo tiempo su destructor, solo será su complemento. El dicho dice y la historia lo demuestra, que los seres humanos repiten las mismas equivocaciones.

Ese concepto tan terrible cuando se aplica desde la perspectiva de la superioridad, nos mantiene en este momento en un vilo, una posible guerra mundial cuando las víctimas de su aplicación seríamos por lógica, todos.

MÉXICO SE MANTIENE ECUÁNIME SIN DESLINDARSE DE NINGÚN PAÍS

Lo extraordinario es que el país que aplicó la anterior guerra mundial, la segunda, y ocasionó por ello alrededor de 40 millones de muertos, Alemania, está solo a la expectativa como el resto de Europa.

Aliados permanentes de Estados Unidos, Trump los está viendo desde su actual perspectiva, como un grupo de países que viven de la decadencia y se nutren de lo que entra a museos con riquezas creadas por otros.

El peor contrasentido que hemos visto. Aquí en México el gobierno federal solo observa, ocupado entre otras cosas, con el problema de los migrantes , su expulsión y la detención ilegal de otros.

En el sexenio anterior, la representación israelí tuvo el descaro de meterse en nuestra soberanía y se molestó de que el presidente del país no se sumara a una guerra incruenta, injusta y que tiene muchas décadas de aplicarse.

Ahora se presiona a la presidenta para el deslinde, pero hay en el fondo de su postura tardía, la necesidad de permanecer en contacto por la misma dimensión de las cosas: hay que estar cerca para saber. Más, en esta nueva situación.

MI LUCHA, EL LIBRO TENEBROSO DE HITLER, VIENE A LA MENTE EN ESTE MOMENTO

Los antecedentes terribles, siempre nos convulsionan. Ochenta años han pasado de que se
firmó el armisticio de la Segunda Guerra Mundial. Pero en estas décadas se han escenificado infinidad de guerras por lo regular iniciadas por Estados Unidos.

He mencionado este libro, Mi lucha de Hitler, varias veces, casi siempre como un alerta. Y ahora, ante la contradicción de que sea Israel el que primero lo aplique y ahora se abra para Trump, si es que lee libros. Una tercera guerra mundial está a la vista y este es un libro con un contenido que evidencia que es lo que lleva a conflictos de esta naturaleza, El poder y el odio
racial.

No se sabe cuantos alemanes han leído Mi lucha, en las últimas décadas, pero en enero de 2016 se volvió a editar por primera vez después de 70 años, en Alemania; libro del hombre que devastó Europa en la Segunda Guerra Mundial, Adolfo Hitler. Los derechos de autor prescribieron décadas en aquel país, pero en otros no ha habido problema.

Aquí se ha distribuido desde hace tiempo. Yo lo compré en un templete hace 18 años en el tianguis que se pone entre la Plaza de toros y el estadio del Cruz Azul.

Un libro con ribetes rojos lleno de swásticas lanzado por la Editorial del Partido Nacional Socialista de América Latina, pero impreso en forros en México, en el año 2000.

Debe ser un libro de cabecera de algunos políticos en cuyas conductas se evidencia el desprecio a lo que Hitler llamaba razas inferiores.

LOS ANTECEDENTES HITLERIANOS EN MANOS DE TRUMP Y NETANYAHU

En su libro, Hitler nos toca directamente a los latinoamericanos ya que sostiene que se dio una fusión de razas inferiores y por lo tanto lo seguimos siendo. Por el contrario dice que en Estados Unidos – y lo alerta-, al fusionarse la raza aria con “seres morenos”, la grandeza de la raza rubia desapareció.

Se agarra mucho patín al leerlo, porque la larga historia tenebrosa que relata parece de ciencia ficción.

Y no hay mucha diferencia con las verdades históricas que todos conocemos. La escribió entre 1924 y 1926 y la inició cuando estaba confinado en el presidio de Landsberg por el atentado en el que murieron varias personas.

Un Sigfrido peligroso – pero feo pese a su soberbia por la raza aria-, cuyas teorías causaron la muerte de casi 40 millones de personas, 20 millones de las cuales los puso la URSS.

A lo mejor algunos de los políticos mexicanos del pasado, se apoderaron de sus tesis sobre propaganda, la que Hitler privilegió sobre la organización, en la que favoreció a los prácticos sobre los intelectuales. a los que aborrecía. Aún así, el dirigente perfecto, el Führer, debe ser una mezcla de los dos, según él.

Libro oscuro, inhumano, antisemítico, que puede ser poco útil en un mundo en el que el neonazismo se ha trasminado a tal grado, que no se necesitan teorías para su desarrollo. Por desgracia y ahí está la contradicción.

El que lo aplica en todas sus concepciones es el país que durante décadas ha agredido a Palestina, casi como Hitler agredió a los judíos. Con Netanyahu a la cabeza.

El que hoy, como sirviente de Trump, pretende terminar con ese pueblo palestino, y su inmediata presa: Irán. Por lo pronto mientras ya atacan sus principales objetivos, la reacción del mundo ya se espera.