
Escenario político/Daniel Adame Osorio
Venecia. Las ciudades son de todos
La posición de un grupo veneciano que se inconformó de la boda de Jeff Bezos (Amazon) y Lauren Sánche (ex reportera), plantea y hace recordar, que las ciudades tienen que ser configuradas para todos. Ninguna ciudad del mundo estaría abierta si sus habitantes reclamaran exclusividades en su ingreso.
Desde el punto de esta columna el señor Bezos y su ahora esposa, tuvieron todo el derecho de hacer su boda en esa ciudad si respetaban las reglas y los espacios legítimos de ese lugar.
Y pagaban lo que hay que pagar. Todas las ciudades del mundo como espacios abiertos pueden recibir a todos los que lleguen con una postura libre y pacífica. Yo quise estar en esa ciudad como simple ciudadana y me había endrogado por mi viaje que pagué en un año, pero me fui a un lugar de Italia donde nadie ¡me peló!
Nadie hubiera hecho grandes aspavientos informativos para denunciar mi presencia desconocida, pero el gasto producto de un trabajo que favoreció a una ciudad turística, como también es Venecia, alteró mi vida por largos meses ¿Estarán conscientes los habitantes de esas ciudades turísticas de los sacrificios de la mayoría de turistas para mantenerlos a partir de riquezas que ellos no construyeron y de obras de arte que ellos no realizaron?
VENECIA NO QUIERE RICOS, PERO ¿AYUDA A LOS POBRES, TURISTAS ENTRE ELLOS?
Si un tipo millonario quiere realizar su boda en esa ciudad italiana un lugar como podría hacerlo en la Ciudad de México, en China o en cualquier ciudad del mundo, es legítimo.
No le pueden aplicar el Venecia sin ti que fue inspirado en Thomas Mann (Muerte en Venecia Navona 2023). Ser rico es una cuestión aparte que esos adversarios deberían de analizar de otra manera y plantear por qué los pueblos estamos permitiendo que esas fortunas se produzcan.
Por la reacción de un grupo de ciudadanos, se habla de alrededor de 500, parece más bien una situación signada que debería de informarse el por qué de esa pequeña cantidad de gente y el escándalo que ha creado.
Los venecianos deberían de informarnos por su lado, sobre la lucha que hacen a favor del turista pobre, de los grupos que por cuestiones de turismo y de conocimiento quieren conocer a fondo a Venecia y no tienen dinero para hacerlo y de los posibles trabajos que se hacen en esa ciudad para favorecer a los ciudadanos más pobres del entorno.
La boda de Bezos. dejó al parecer 46 millones de dólares, que podrían invertirse en abaratar viajes modestos para miles y miles de personas que legítimamente quieren conocer Venecia ¿Pero en realidad que es lo que quieren los presuntamente dueños de esa ciudad?
SI SE CUMPLIERA LA EXPULSIÓN EN VENECIA, LA CIUDAD SERÍA PRIVADA
En todas la ciudades hay cosas y gente que se quisieran expulsar. Imagínense a ciudades que tienen playas que están cubiertas de sargazo o aquellas que están saturadas de migrantes retirados. En la Ciudad de México hay un tiempo por diciembre que padece una sobre saturación con los peregrinos que vienen de los pueblos por motivos religiosos.
Lo hacen por días, pero crean una serie de problemas que las autoridades no resuelven. Son casos que se tienen que resolver evitando la llegada de miles al mismo tiempo. Reducir el número de tanto en tanto puede resolver el caso, pero no lo hacen. La ciudadanía les vale.
Al contrario de lo que pasa en Venecia con los que quieren expulsar a unos, porque ¡son ricos!