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Alfa omega del recuerdo
Los poetas niños en momentos cruciales, como hoy
Cuando el mundo se convulsiona, suele decirse que el ser humano se refugia en lo fundamental: su propia vida. Esa verdad que vimos durante la pandemia, permitió no obstante, hacer añadidos que tuvieron que ver con el largo período que duró esa emergencia. La gente parapetó su vida en muchos agregados que eran permitidos en la reclusión entre ellos la lectura, el trabajo en las redes, la escritura, la pintura, la artesanía y en los niños un estudio en el encierro que fue necesario. No se si ustedes, pero yo supe de muchas personas que dedicaron parte de su tiempo a leer poesía a sus niños y a promover en ellos su escritura. Y recordé que mucha de la poesía infantil de los que llegaron a ser grandes poetas, fue en situación precaria. En enfermedad, orfandad, pobreza, soledad, mal trato. No necesariamente sucedió eso en grandes creadores, algunos tuvieron herencia y apoyo de familias también de creadores pero se resalta el hecho, porque estamos viviendo en un proceso de incertidumbre, que afecta en muchos sentidos a la niñez. Adelanto parte del poema, el Mal, de Arthur Rimbaud, que recuerda mucho la situación que estamos viviendo:
Mientras que una locura
desenfrenada aplasta,
y convierte en mantillo
humeante a mil hombres,
¡Pobres muertos!, sumidos en estío
en la yerba, en tu gozo
Natura, que santa los creaste.
RIMBAUD, NERUDA, DARÍO, POETAS NIÑOS QUE PUBLICARON A TEMPRANA EDAD
De hecho puede decirse que los grandes poetas van perfilando su futuro, desde niños. Uno de los casos más extraordinarios es el de Arthur Rimbaud, el gran poeta de Francia que desde niño en medio de un trajinar en los más diversos oficios, ya escribía poesía. En la adolescencia dio a conocer el libro El Barco Ebrio a los 16 años y su gran obra Una temporada en el infierno, se publicó a los 20 años. De hecho puede decirse que esa etapa fue la más creativa de ese poeta. Otro caso es Pablo Neruda que empezó a publicar desde los 14 años y dio a conocer su obra romántica más famosa Veinte poemas de amor y una canción desesperada (Editores Mexicanos Unidos S. A. 2013), a los veinte años. Rubén Darío es otro ejemplo, ya que en medio de una turbulencia familiar, empezó a escribir desde niño y se conserva su primer soneto publicado a los 13 años, una elegía llamada Una lágrima. También está Efraín Huerta, aquí con un poemínimo:
AY POETA
Primero
que nada
me complace
enormísimamente
ser
un
buen
poeta
de
segunda
del
tercer
mundo
HUERTA Y BYRON EN DOS ETAPAS DIFERENTES, TRAJINARON DESDE MUY JÓVENES
Del poeta mexicano Efraín Huerta se ha dicho que igual que Sor Juana, aprendió a leer a los tres años. Era un prodigio. Su poesía, ya librada del romanticismo, se ha revalorado en estos tiempos y se destacan en su genio poético, los famosos poemínimos ejemplo de ingenio y creatividad. George Gordon Byron el poeta inglés fallecido a temprana edad en un viaje por Grecia, es otro ejemplo de la prontitud como aparece la poesía en los que van a ser grandes aportadores en ese espacio del arte. Sus primeros poemas fueron en la adolescencia pero a los 20 años, ya convertido en Lord Byron por una herencia, se dio a conocer en publicaciones a los 20 años. Está considerado uno de los grandes poetas del romanticismo en Reino Unido. Los análisis que se hacen sobre el tipo de poesía que se presta para el conocimiento y la lectura, aparte de importantes estudios que se han hecho al respecto, pone énfasis en los cambios que se daban en la presencia y lectura de la poesía romántica, cosa que se daba en México con los grandes poetas del siglo XIX y algunos del siglo pasado como Amado Nervo, para llegar ya al siglo XXI con otro enfoque, cuando en muchos aspectos, la poesía suele no ser tan profusa como antes, al menos en la lectura. De lord Byron, inicio de Oscuridad:
Tuve un sueño, que no era de todo un sueño.
El brillante sol se apagaba
y los astros vagaban por el espacio eterno
sin rayos, sin rutas, y la helada tierra
oscilaba ciega,
y oscureciéndose en el aire
sin luna.