Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Imanol Ordorika. La UNAM debe levantarse
Al parecer hoy se darán los nombres que finalmente competirán por la rectoría de la UNAM. Pero dos días antes uno de los precandidatos el sociólogo Imanol Ordorika, denunció prácticas muy priístas para levantar a algunos de los contendientes, incluso la presencia de grupos ad jhoc ante la Junta de Gobierno, para destacar determinadas candidaturas. El mencionado académico señaló en especial a la coordinación del CCH, donde se han realizado actos diversos, a ciertas direcciones de facultades, a las coordinaciones de la Investigación Científica y de Humanidades y de la propia la Secretaría General. O sea un buen bonche de los que originalmente están inscritos, que eran 17 académicos. Algunos de ellos han hecho una serie de maniobras de campaña que no están consentidas ni previstas en esta justa, en la que se debe mostrar en todo caso la validez académica del postulante y la calidad de su programa para sacar a la UNAM de su marasmo.
EL CONSERVADURISMO SE MUEVE PARA APODERARSE DE LA UNAM
Las denuncias del ex miembro del Consejo Estudiantil Universitario (CEU,1987-88) y ahora Director General de Evaluación Institucional de la UNAM, son muy graves porque la casa de estudios más importante del país y una de las más señaladas de América Latina, ha tenido ciertos reproches en el actual rectorado, algunos que se extienden desde el mediocre rectorado de José Narro Robles y que han puesto en entredicho varios aspectos fundamentales; unos de ellos, la seguridad, el respeto de género, el muy señalado pago precario a maestros de cátedra y la muy sonora situación que giró en torno a la ministra Yasmín Esquivel. Esta puso de evidencia ante la opinión pública, el poco control que ejercen las autoridades y desde luego la aplicación de leyes obsoletas, en el tramo final de un egresado. El plagiario real en el caso Esquivel jamás fue tomado en cuenta en la UNAM, y ahora se le presenta un plagio más con la precandidata del Frente Amplio por México, muy sonado. El aún rector Enrique Graue prefirió avalar campañas externas iniciadas por el escritor Guillermo Sheridan y sectores mediáticos de derecha, para crucificar, así textualmente, en una ley, a la mencionada jurista. Sus alcances no dieron para más.
ESPERANZAS DE UNA UNIVERSIDAD EN LA ENCRUCIJADA
La UNAM, igual que todas las universidades públicas, representa un gran sacrificio del pueblo mexicano representado en el presupuesto. Ya es sabida la larga historia de control priísta que se ha ejercido en la casa de estudios. Control sobre todo del sector médico, el menos académico de todos, de la rectoría y lo altos salarios que consumen parte de un presupuesto que debería ser invertido en educación y en investigación, las dos funciones fundamentales de la universidad. La tercera premisa, la extensión universitaria, tiene fallas, porque el conocimiento en buena parte se encuentra en sótanos o reguardado en bibliotecas con una oferta en tesis y aportes diversos, que podrían llegar a las grandes mayorías en propuestas más abiertas. Las que mejor se alimentan de ese conocimiento son algunas empresas. Ordorika fue parte de aquella triada de líderes que impulsó la huelga en 1988, como otro de ellos que se mueve en la academia, Carlos Imaz. Miembros de ese organismo se mueven también, ahora, en las alturas políticas y una de ellas Claudia Sheinbaum encabeza la lucha por la presidencia de la República. Uno más, Hugo López Gatell quiere ser jefe de gobierno.