Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Erase una vez una lista de periodistas
Algunas empresas que reciben publicidad del gobierno lo hacen en su justo derecho de hacer de la publicidad su forma legítima de ingreso. Sobre todo si el reparto es equitativo. Otras han vivido descaradamente de ese ingreso. El meollo de exhibir a una prensa que se vende, tiene aristas más serias que el simple hecho de que determinados tipos se enriquezcan a costa del erario. Una de ellas es el impresionante capital que se ha gastado en el país en las últimas décadas, para controlar a un sector que se autonombra el cuarto poder y que en muchos casos, para mantener el equilibrio de un gobierno, exige jugosas porciones del presupuesto. ¿Cuánto le ha costado a México ese tipo de prensa ? ¿Hay una forma de contar los millones que se han dilapidado en plumas que viven del dinero público y que podrían haber servido tanto al país? En los presupuestos de décadas puede hacerse una prueba, pero hay que considerar que las porciones más grandes se dan por debajo, en lo obscurito, recortando, robando, sobajando partidas. Se había tardado el actual gobierno en ofrecer la lista de periodistas que recibieron publicidad en el pasado sexenio con Enrique Peña Nieto, si bien circularon en los últimos meses algunos avances en varios medios. Otros nos los hemos imaginado siempre con solo conocer su trayectoria y el tipo de periodismo que hacen. En general esa lista se menciona en el medio y en las redes ni se diga y han sido un secreto a voces los nombres de, ¿los llamaría colegas? –Kapuschinski no los consideraba como tales, tampoco periodistas y los llamaba cínicos–, ¿empresarios, negociadores o simples chayoteros?
Estado sometido a chantaje que se hace cómplice para sobrevivir
La prensa que vive del erario siempre ha existido. El periodismo es uno de esos oficios en el que muchos se apoltronan y al rato se autollaman periodistas. Muchas empresas que controlan medios lo hacen para proteger sus otras empresas y han profesionalizado al analista con enormes salarios, frente a los salarios miserables del verdadero trabajador de la prensa, el reportero, el redactor, el fotógrafo, el camarógrafo. En muchos casos es valiosa la participación de verdaderos conocedores de temas que funcionan además como editorialistas, pero en su mayoría son cuates, políticos quemados, enemigos o críticos de un régimen que son utilizados a favor de las empresas y lo estamos viendo ahora con algunos periodistas considerados progresistas que defienden a sus patrones. La facilidad para hacerse de una empresa de comunicación siempre se ha dado. Yo recuerdo que en mis años de reportera en Sonora, trabajé entre otros medios en El Sonorense, que estaba favor del régimen de Faustino Félix Serna, impuesto desde la capital. La cosa no quedó ahí, el propio gobernador compró el periódico y ya no necesitó dar línea. Ahora se ejerce una presión permanente desde ciertos medios contra el actual gobierno. En los anales del periodismo se recuerda la presión que ejercieron sobre Francisco I. Madero los vendidos del periodismo, entre los que se encontraban -de ahí la paradoja-, periodistas que se consideraban democráticos y habían estado con él. En las largas etapas de la prensa reseñada -en los últimos tiempos lo hace Humberto Musacchio, por ejemplo- siempre aparece la negra imagen de la corrupción. Algunos de los que tiene en la lista el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), enviada por el propio gobierno, están con esa imagen.
El Erase una Vez de Tarantino y las complejas historia del cine
Los amantes de los cuentos sostienen que el inicio de uno de ellos con las tres palabras Erase una vez, provoca siempre una expectación y aun cuando se han usado millones de veces, no han perdido su magia y su eficacia. El primero que las usó, dicen, fue Charles Perrault en su cuento Los tres deseos ridículos y siguió usándolas en cuentos posteriores. Por desgracia, cuando se cuentan historias complejas en este tiempo, las tres palabras también se usan y lo hicimos para hablar de la prensa que se vende. En este momento el cineasta Quentín Jerome Tarantino se da el lujo de usarlas en el Festival de Cannes. La película que presentó con ese título Erase una vez en Hollywood, causó no solo expectación sino división de criterios. Y es que la historia que cuenta, la de Hollywood, ahí se da con la historia de la prensa aquí y en China. El filme ha causado sensación más cuando la encabezan dos superestrellas como Leonardo DiCaprio y Brad Pitt. Ya la veremos.