Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Foros. División en un PJF extemporáneo
Como era de esperarse, el primer foro de diálogo en torno a la reforma del Poder Judicial de la Federación (PJF), fue controvertida. Lo curioso del caso es que en torno a esa reforma, los mismos opositores coinciden en algunos puntos. Pero se siente que el problema real no se profundiza. Se habló de independencia, de presunta corrupción, etcétera, pero la esencia misma de lo que es la interpretación del derecho no se toca. Pese a que el PJF es eso, intérprete de leyes. La representación de Morena recalcó el mandato del 2 de junio, para llevar a cabo los cambios que amerita ese poder. Es importante recordar lo siguiente: el PJF se define en su organismo superior la llamada Suprema Corte de Justicia de la Nación, como una entelequia, algo irreal, un concepto que no debería de señalar a una parte de un poder, porque es solo eso, una ficción del lenguaje. Mientras los otros dos poderes definen claramente su función: ejecutar y legislar, el judicial se refiere a justicia un concepto que no puede estar entreverado en algo tan concreto como es el derecho, porque de entrada finca una irrealidad ante el que verdaderamente quiere resolver sus problemas. Este lo que quiere son leyes efectivas. Porque no hay nada tan injusto en determinados momentos, que el propio derecho. Este no es sino un mecanismo que se adapta al poder, una supraestructura que puede ser violentada de muchas maneras. Lo vemos con los centenares de reformas que ha tenido nuestra Constitución. Y lo vemos también, con las muchas resoluciones de los últimos meses de la Corte y sus juzgados, en las que se libera a delincuentes utilizando la ley y les regresa las fortunas en entredicho a los familiares de los que están siendo juzgados por delitos graves. Por lo pronto, de aprobarse la reforma que está en marcha, lo primero que debería de hacerse es cambiar el nombre de la Corte.
PIÑA LLAMA A UNIDAD DEL PJF, PERO OTROS MINISTROS PIENSAN DIFERENTE
En la circunstancia actual, mientras se va definiendo la reforma, ha ido quedando claro que el PJF está dividido. Hay ministros, magistrados y jueces que están a favor de la misma. El manejo que está haciendo la Corte a través de su presidenta doña Piña, plantea el verdadero rostro del Poder judicial actual. La funcionaria hasta hace poco desconocida, llama a sus correligionarios a que no pierdan el foco de su misión constitucional “hacer valer los derechos de las y los mexicanos y el equilibro de poderes”. Posición mostrada en las coincidentes expresiones de algunos de sus miembros, sean jueces o trabajadores comunes. ¿Pero cuáles son esos derechos que menciona cuando han liberado por ejemplo, a los ocho militares acusados en el caso de los 43? ¿Y cuál equilibrio de poderes, cuando la reforma en discusión se plantea y convoca precisamente por el desajuste de las funciones del PJF y la agresión que a veces lanza contra alguno de ellos?
PROTESTAN NO POR LA JUSTICIA, SINO POR LOS ALTOS SALARIOS
Dentro de lo anterior, hay una evidencia muy grave que muestra la razón de ser de algunos miembros de ese poder: los altos salarios, las grandes ventajas que tienen como poder y los aportes millonarios que reciben cada año los de la Corte y otros cercanos. No les preocupa que se pudiera cambiar la forma de impartir justicia, sino su propio bienestar. La misma doña Pina lo recalca cuando pide a todos los integrantes del PJF “Que defiendan sus derechos”. En Tlalpan acataron esa decisión con un paro, los 17 tribunales laborales federales que ejercen en la CDMX. A los representantes de ese poder entre ellos los once ministros que estuvieron presentes entre ellos la misma presidenta, en el primer foro de diálogo en San lázaro el 27 de junio, les dio ese mensaje. Pero varios de ellos tienen puntos diferentes de vista, como ya se dijo, de lo que debe de ser el nuevo Poder Judicial. Entre las ministras que están a favor de la reforma se encuentran Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz.