Poder y dinero/Víctor Sánchez Baños
Ayotzinapa ¿Crimen de estado?
Si se partiera de la universalidad del Estado en su población, su territorio y todo lo creado por él en ese interior, todo crimen que se cometa, será crimen de Estado. Hasta la agresión interna en una familia podría ser considerada así, por no haber creado el Estado, una educación que exija el respeto fundamental a un ser humano. Con esa concepción tan estricta, cualquier crimen que cometa un ser humano es crimen de Estado, Con mayor razón si ese crimen lo comete un funcionario público o alguien que recibe órdenes desde el poder para cometerlo. De hecho el estado está prevenido para cumplir su responsabilidad a través de las leyes para sancionar al culpable y fijar en ciertos casos la indemnización que convenga. Aún cuando el crimen se haya consumado en un Gobierno anterior, la responsabilidad se extiende hasta que se cumpla o prescriba. Esto es fundamental porque esa responsabilidad podría cruzar los siglos de los siglos y no fenecer, porque no se ha cumplido. La responsabilidad tiene que ver con la comisión del crimen.
INJUSTO ¿POR CRIMEN DE ESTADO SE SEÑALA SOLO AL PODER EJECUTIVO?
Siempre que se comete un crimen y se señala al Estado, ¿Por qué si hay tres poderes solo se señala al ejecutivo, como si éste fuera el estado? Lo hacen partiendo de que hay un ejecutivo, que aplica leyes que hizo el poder legislativo y que interpretó el poder judicial, para crear con los tres en conjunto el señalamiento de Estado. Pero en lo que suele pasar y así se está viendo en el caso Ayotzinapa, al poder que se acusa y se califica como el Estado es al ejecutivo. Se ha llegado incluso a las agresiones directas y en la comisión de un grave delito al amenazar con boicotear los comicios pasados, que son una orden constitucional como base fundamental de la democracia en el país.
¿QUE PASA SI EL DEPENDIENTE ESTATAL ACTÚA POR SU CUENTA?
La responsabilidad del Estado es diferente cuando el crimen se comete por orden directa del responsable de ese Estado o por funcionarios que se asumen como tales en el momento del hecho. Es lo que se alega en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, con la intervención de militares. Se niega desde la presidencia de la República que desde la jefatura del ejército se haya dado alguna orden y que los militares actuaron por su cuenta. De hecho se habla de 18 de ellos sometidos a proceso. Esto ha sucedido con integrantes de la Guardia Nacional que han participado en crímenes por enfrentamientos particulares en sus recorridos, en los que la Guardia no intervino como tal. Los argumentos dados por AMLO, han sido rebatidos por los abogados de los padres, en un entorno que ya está dividido y hay padres que tienen otras concepciones. La situación ha llegado a tal extremo que hay una beligerancia directa contra AMLO, sobre todo de los abogados, como si él fuera el culpable. Algunos columnistas que tienen odio a este régimen están señalando que AMLO está protegiendo al ejército en lugar de hacerlo con los padres. Pero no dicen nada del poder judicial que ha dejado libres a los militares procesados. La situación es compleja porque los padres no quieren reconocer el esfuerzo hecho y en parte porque los 43 no aparecen. Ese es el gran enigma que quizá nunca se resolverá en un país tan grande como el nuestro en donde los desaparecidos pueden estar en muchos lugares. Pero ellos y es justo, quieren saber dónde.